La mayor huelga general del mundo

OPINIÓN

12 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con este título, Vijay Proshad, uno de los mejores referentes en  cuestiones sociales  del sur asiático, inicia su artículo donde nos obsequia con la noticia de que en la lndia, el 02/09/16, se pusieron en huelga más 150 millones de  trabajadores. (Destaco el número porque tuve que releerlo, me costaba asimilarlo). ¡Es como más de tres veces la población de España! Sus reivindicaciones principales: incremento del salario mínimo, tener seguridad social (la inmensa mayoría carece de ella), que no se privaticen las empresas estatales y que se creen más empleos. Como se ve, sus reivindicaciones no son tan diferentes a las nuestras, aunque partan de situaciones diferentes, lo que nos indica que el sistema capitalista nos ataca por los mismos sitios. Solo persigue beneficios a costa de lo que sea.

Me extrañó, no obstante, no ver entre sus exigencias la eliminación del elevado trabajo infantil existente, del que se aprovechan muchas empresas multinacionales, incluidas algunas españolas. También la reducción de la jornada laboral, pues en estos momentos de la historia, crear empleo sin reducir la jornada laboral,  parece difícil de conseguir de manera sostenible, en el tiempo.

¿Cómo es posible, que en un país como España, dónde tanto nos costó reconquistar  ciertas libertades, entre ellas, el derecho de huelga, (que no cesan en el intento de arrebatárnoslas) no aparezca esta noticia en las radios, televisiones, prensa, etc., es decir en los medios de comunicación convencionales y que solo a través de algún medio digital nos podamos enterar. ¿Cómo se puede tener tan poco respeto a la opinión pública, al periodismo, etc.? En esa pelea por las libertades, en la que también estaba el derecho a la información,  hubo muertes, exiliados, expatriaciones, despidos y muchísimo, muchísimo sufrimiento. Un respeto, por favor.

El derecho de huelga, mucho más en un mundo económicamente globalizado, necesita también de la solidaridad y ésta es mucho más difícil sin la información adecuada. Escamotearla es contribuir a su entorpecimiento. Pero no hace falta ir tan lejos como la India para darse cuenta. En Francia, país vecino al nuestro, los trabajadores estuvieron y están  luchando como jabatos contra la reforma laboral (similar a la que padecemos los trabajadores españoles) que al final se les impuso, y los medios de comunicación españoles están al mínimo posible, como si estuviesen en huelga de brazos caídos. Que se entienda que hablo de medios de comunicación, no de los periodistas, tan víctimas de ello como el resto de los ciudadanos.

Quiero acabar este artículo pidiendo un poco de optimismo a todos aquellos que  ven imposibilidad a toda idea de avance hacia un mundo mejor. Es verdad de que está empeorando, pero de lo que se trata precisamente es de cambiar el rumbo.

Soy partidario de reducir, significativamente, la jornada laboral, como la única forma de atajar el creciente desempleo mundial. Algunos de los compañeros que han leído mis artículos al respecto, les parece bien el planteamiento, pero ven imposible alcanzarla. Si los trabajadores de la India fueron capaces de realizar tal proeza, creo que  nada es imposible. Tampoco la reducción de la jornada laboral como único medio razonable de reducir el desempleo; ésta es posible y tan necesaria que terminará  imponiéndose. Seguir reculando no puede ser el camino, en algún momento habrá que trabarse y decir: hasta aquí hemos llegado. Avanzar o retroceder, esa es la cuestión.

No será fácil, pero con lucha y montañas de SOLIDARIDAD, lograremos  que la reducción de jornada sea un hecho, así como el desempleo.

El mundo no deja de cambiar cada día, peleemos por que sea hacia mejor.