Oenegistas

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

15 oct 2016 . Actualizado a las 10:22 h.

El nacimiento de una familia léxica es una excelente ocasión para ver la evolución de la lengua, aunque sea a pequeña escala. De un núcleo, un neologismo, saldrá toda la parentela de voces derivadas. Es un proceso que puede estar lleno de titubeos y dificultades.

Hacia 1945 se acuñó en inglés la denominación non-governmental organization (organización no gubernamental), con la que se designaban instituciones que no siempre se podrían identificar con las que hoy conocemos por ese nombre. Este tardaría en emplearse en España. Esas organizaciones de iniciativa social, independientes de las Administraciones públicas y dedicadas a actividades humanitarias o ambientales, sin fines lucrativos, comenzaron a ser conocidas por la sigla ONG, de organización no gubernamental, en 1988, año en que ya aparecen mencionadas así en la prensa. 

Pero la evolución no quedó ahí. El sintagma nominal se había convertido en sigla y esta se transformó mediante la transcripción de su deletreo en el sustantivo oenegé, hoy de amplio uso y ya incorporado al Diccionario. 

Posteriormente surgió la necesidad de crear palabras derivadas, como un adjetivo que significase ‘perteneciente o relativo a una oenegé’ y un sustantivo para designar al miembro de una de estas organizaciones. Y los hablantes hablaron... y se dispersaron.

Los diccionarios españoles no han entrado en materia. Sí lo ha hecho el Diccionario de americanismos, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que registra oenegeísta (‘miembro de una organización no gubernamental’), de uso en Honduras y Perú: El secretario general del APRA enjuicia el papel de la seudoizquierda oenegeísta. También recoge onegeísta, desde el que remite al anterior. No define, aunque también se emplea, oenegeísmo. 

Con esos sustantivos rivalizan oenegista y oenegismo. El primero está construido con la raíz oeneg- y el sufijo -ista, que forma adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar ‘partidario de’ o ‘inclinado a’ lo que expresa la misma raíz con el sufijo -ismo, así como nombres que designan a la persona que tiene determinada ocupación o profesión: Liberan a los oenegistas secuestrados. Por su parte, en oenegismo aparece el sufijo -ismo, que forma sustantivos que suelen significar ‘doctrina’, ‘sistema’, ‘escuela’ o ‘movimiento’: Oenegismo, la enfermedad infantil del derechismo. También circula oenegero, aunque con cierta frecuencia se emplea despectivamente. Ahí, -ero aporta el significado de ‘oficio’, ‘profesión’ o ‘cargo’. 

Desde la perspectiva actual, oenegista y oenegismo parecen las construcciones más afortunadas, y así lo perciben los hablantes, que las usan mucho más que las otras alternativas. El tiempo pondrá las cosas en su sitio.