Lo de Piqué

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

15 oct 2016 . Actualizado a las 10:20 h.

Lo ocurrido estos días con el defensa del Barcelona y de la selección española de fútbol me parece muy significativo de por qué nos pasa lo que nos pasa. Piqué es un buen futbolista y debe ser valorado por ello. Sin embargo, se le atribuyen habitualmente actitudes políticas que apenas encuentran refrendo en lo que dice o hace, con el único fin de denigrarlo. Hasta el punto de que le han silbado jugando con la española y ¡en casa! El recorte de las mangas de la camiseta de la selección, con la mala idea habitual, fue rápidamente interpretado en las redes como un modo artero de quitarse la bandera de encima. Se ha demostrado que no había bandera que recortar y que la camiseta le quedaba estrecha en las mangas si pretendía jugar con la térmica debajo. Pero la polémica funcionó y obtuvo un eco inmerecido en los medios serios. Y el jugador, que es el más listo, anunció que dejará la selección después del próximo mundial (largo me lo fiais).

El carácter español, rebosante de virtudes, tiene este punto débil: es envidioso y revanchista, no importa a qué precio. En el caso de Piqué, interesa más a sus detractores que juegue en el Barça y ejercite en las redes un sentido del humor gamberro que abochorna a menudo al Real Madrid y enfada de paso a todos los merengues. Quieren que caiga esa pieza por muy inconveniente que resulte para el combinado nacional que dicen defender. El origen de todo este absurdo reside ahí.

Como también ahí radica el quid del lío político que tenemos: cámbiese el papel de los forofos en el fútbol por el de los militantes -con carné o sin él- en la política, y da el mismo resultado: antes perjudicar a la selección que permitir que el tipo siga ahí.

@pacosanchez