Hace unos días recibí la inesperada llamada telefónica del diputado X de Podemos. Le vamos a llamar así, pues dar su nombre y apellidos seria hacerle una publicidad gratuita que no se merece. El diputado X de Podemos, con voz rabiosa y desgarradora, se ponía en contacto con este humilde plumilla para afearme el que yo me hubiese ocupado, en una columna de opinión de este diario, de hablar de su partido en Pravia, y ,sobre todo, de los cortejos y desamores que mantienen con otra formación en el concejo. El articulo en cuestión lo titulaba: «Podemos- IU, un matrimonio complicado en Pravia».
Tengo que confesar que la llamada, inesperada, del diputado X de Podemos, me cogió por sorpresa; por un momento pensé que Franco había resucitado, no podía ser, que yo, un pobre aficionado a escribir, tuviese el honor de recibir la llamada de todo un diputado regional. Pasados los primeros momentos de sorpresa dejé que el insigne diputado X de Podemos se desahogará : «es una vergüenza que por tener un minuto de gloria en ese panfleto de periódico te hayas atrevido a escribir lo que has escrito sobre mi partido, debería darte vergüenza y pedir disculpas inmediatamente». Ante semejante actitud opté por cortar la conversación; no estaba dispuesto a seguir soportando más reproches, sobre todo proviniendo de un niñato que cuando él todavía era un proyecto de ser humano, uno ya estaba luchando por la democracia y las libertades en este país. Ahí están las hemerotecas de los periódicos regionales que lo atestiguan .
Hay políticos, y el diputado X de Podemos es uno de ellos, que se les llena la boca con la palabra libertad de expresión; ojo, libertad de expresión mientras esta no les afecte a ellos; en cuanto esa libertad de expresión que tanto pregonan se utiliza para denunciar sus miserias y sus cambalaches, entonces pierde esa condición y ya deja de ser libertad para convertirse, según ellos, en persecución, ataque y desprestigio.
Señor diputado X de Podemos, métase una cosa en la cabeza; un periodista es aquella persona que cuenta a sus lectores lo que otras personas quisieran que nunca se contara sobre ellas, ¿le ha quedado claro?.
Por ultimo, señor diputado X de Podemos, le confesaré una cosa: me importan un carajo y dos pendientes su llamada, sus insultos, sus improperios, lejos de amedrentarme, a mis 66 años, me han dado más fuerza, más ilusión. ¿Sabe por qué?, porque me doy cuenta que a pesar del tiempo pasado todavía sigo conservando el espíritu de rebeldía y de lucha por la verdad, por la justicia y por la libertad del ser humano, igual que cuando tenia 20 años. Así que termino agradeciéndole que me haya llamado, que me haya devuelto las ganas y la alegría de seguir escribiendo, aunque según usted, sea desde este panfleto de periódico...