Pekín se frota las manos

Rosa Paíno
Rosa Paíno TRIBUNA

OPINIÓN

23 nov 2016 . Actualizado a las 07:57 h.

Trump ha dado su primer gran golpe sobre la mesa al anunciar que retirará al país del acuerdo de libre comercio Asia-Pacífico (TPP) nada más pisar la Casa Blanca con una orden ejecutiva. Además de destruir una parte del legado de Obama, su apuesta por el aislacionismo deja en la estacada a países aliados y da una ventaja sin precedentes a China. La ilusión de que el líder demagogo terminaría por sentar la cabeza y ser un hombre de Estado se ha desvanecido por completo. A la intensificación de su batalla contra los medios y su apuesta por llenar su Gabinete de ultraconservadores, se unen las bofetadas que propina a países amigos. Desde Londres a Tokio. Todo un hito que pone patas arriba el actual orden mundial. El TPP no es solo un acuerdo comercial. Es el brazo económico de la estrategia geopolítica de Washington para asegurarse el fortalecimiento de EE.UU. como potencia en Asia y el Pacífico frente al expansionismo de China. «El TPP es tan importante para mí como un nuevo portaviones», confesaba hace un año el jefe del Pentágono, Ashton Carter. La falta de viabilidad de ese acuerdo tendrá efectos en toda la región del Pacífico y humilla a los sus socios. Pekín se frota las manos.