Los bancos y sus abusos

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

22 dic 2016 . Actualizado a las 08:33 h.

Los bancos españoles entraron en barrena al estallar la burbuja inmobiliaria y hubo que rescatarlos con el dinero de todos los contribuyentes. El Gobierno, que prometió recuperar hasta el último céntimo de las ayudas al sector, ya da por definitivamente perdidos más de 26.000 millones de euros (los recortes en educación y sanidad, para hacernos una idea de la magnitud de esa cifra, ascendieron a 16.000 millones). Las familias españolas entraron en barrena con la crisis, menguó drásticamente su riqueza y no pocas perdieron su vivienda. Y no hubo rescate para ellas. Los bancos soportan en sus balances una deuda colosal: deben montañas de dinero a sus impositores y al BCE. Las familias mantienen, pese a que lograron reducirla en los últimos años, una deuda igualmente colosal: deben un montón de dinero a los bancos. Había que salvar al soldado Ryan -el sistema financiero estaba en juego-, pero importaban menos que un pepino los soldados Pérez que combatían a su lado. Al contrario, estos debían arriesgar sus vidas para que aquel quedase a salvo.

La desproporción entre las ayudas facilitadas a las entidades financieras y las escatimadas a sus deudores queda en evidencia en esa síntesis apresurada. Pero no solo eso. Al tiempo que se aferraban al generoso salvavidas público, los bancos españoles violaron la ley, establecieron cláusulas ilegales en sus contratos hipotecarios y abusaron repetidamente de sus clientes más vulnerables. Reiteradas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea certifican los excesos cometidos, tanto en los procedimientos de ejecución hipotecaria, que dejó a muchas familias a la intemperie, como en las cláusulas suelo, que supusieron un sobrecoste en numerosas hipotecas referenciadas al euríbor.

El tribunal europeo acaba de anular las cláusulas suelo y obliga a los bancos a devolver los intereses cobrados de más desde que se firmó la hipoteca. Como esas cláusulas comenzaron a aplicarse en el 2009, momento en que los tipos de interés cayeron en picado, hablamos de miles de millones de euros cobrados ilegalmente por la banca. Una banca que, como deudora, no está sometida a ninguna cláusula suelo: dispone de barra libre y obtiene sus recursos a un tipo de interés del 0 %. Curiosa asimetría que la Justicia europea acaba de corregir. Usted debería haber pagado su hipoteca, desde el inicio, al tipo de interés concertado (probablemente, el euríbor más 1 o 1,5 puntos), sin tasas mínimas, ni máximas, ni gaitas. Si no fue así, reclame la devolución.

Y otra cosa: desconfíe del Gobierno. Solo se mueve a rastras de la Justicia europea. En la pugna entre prestamistas y prestatarios suele alinearse con los primeros. En esta ocasión también. El abogado del Estado español defendía a los bancos y se oponía a devolver el dinero que cobraron ilegalmente entre el 2009 y el 2013. Los servicios jurídicos de la Comisión Europea respaldaron a los consumidores españoles. Por esta vez mi decaído europeísmo recibe un empujón. Menos mal que nos queda Bruselas.