La complejidad presupuestaria

OPINIÓN

23 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La aritmética parlamentaria (como se lee tantas veces en prensa) está creando muchos quebraderos de cabeza a los partidos gobernantes. Sin duda la más complicada de las negociaciones tiene que ver con los presupuestos. Lo estamos viendo a todos los niveles: nacional, regional y local. ¿Es mejor tener unos presupuestos aunque ni satisfagan a las partes que una prórroga presupuestaria?

No sé en qué habrá quedado la amenaza del PP de convocar elecciones generales si no se sacan adelante los presupuestos del año que viene. Hay que recordar que vendrán condicionados por las exigencias de la UE de hacer más recortes. El PSOE parece que no está muy por la labor, Podemos mucho menos, y en esa situación a Rajoy le queda por convencer a Ciudadanos, a Coalición Canaria y al PNV (cuyas relaciones en los últimos años no habían sido las mejores) a un acuerdo, al que se podría sumar otros, como Foro y UPN.

Ayer se daba a conocer el acuerdo entre la FSA y el PP para los presupuestos regionales (se elevará a 300.000 euros el mínimo exento del Impuesto de Sucesiones). Tras las anunciadas enmiendas a la totalidad de IU (desautorizando a su grupo parlamentario), Podemos y Foro (que fue en coalición con el PP a las dos últimas elecciones generales), es cierto que al Gobierno de Javier Fernández no le quedaban muchas más opciones para evitar una segunda prórroga presupuestaria que, sin lugar a dudas, sería una grave irresponsabilidad de cara a defender los intereses de los ciudadanos de Asturias. Yo hubiese deseado, como tanta gente de izquierdas, que el acuerdo con IU y Podemos hubiera sido posible, pero hay que ser consciente de que las relaciones entre los tres partidos a nivel regional nunca fue la mejor. Como fuerza gobernante el PSOE asturiano no tenía más salida que buscar el apoyo al único grupo parlamentario que, por lo que tengo entendido según se me ha trasladado, se ofreció a dialogar y a sacar las cuentas.

Tampoco están siendo fáciles las negociaciones a nivel local, aunque hay noticias que apuntan a que las prórrogas que sucedieron este 2016 dejarán de tener su efecto el año que viene. También es cierto que hay un batiburrillo de diferentes gobiernos que es imposible establecer comparaciones entre unos y otros. Dos que no cuentan con mayoría, como Gijón y Avilés, se las tendrán que ver para no continuar con los números de 2015. En el caso de la villa de Jovellanos parece que Foro conseguirá sacarlos adelante con las abstenciones de IU y Xixón sí puede. Otros ejemplos están en Oviedo y Siero, donde hay acuerdos de gobierno. En el primer caso yo creo que se produce el ‘pacto natural’, es decir, el formado por tres formaciones de izquierdas. Tenemos la buena noticia que contar, por segundo año consecutivo, con un acuerdo político para aprobarlos (aunque tras las negociaciones con el Principado por la Recaudación quedaron en suspenso). En el caso de Siero, el PSOE y Foro son los que forman parte del Equipo de Gobierno. Da estabilidad pero, siguiendo los comentarios que unos y otros se lanzan en otras administraciones, parecía poco probable que fuera a llegar a entenderse estos dos partidos algún día.

En resumidas cuentas, y si nos ponemos a ver caso por caso, apreciaremos que ningún partido se comporta de manera igual según donde esté. Se ha abierto tanto el melón que cada grupo municipal y parlamentario tiene que jugar con los números y las posibilidades que tiene a su alcance para acordar, para bloquear o para ni siquiera figurar entre los ganadores o perdedores. Parece que ya es casi imposible echar en cara la situación en un sitio viendo el comportamiento o la línea política que siguen en otros lugares por absolutamente todos los partidos.

Por lo pronto parece que el año que viene tendremos más presupuestos aprobados que prorrogados. A priori lo veo como una buena noticia. Ya solamente falta que de ellos haya un grado de ejecución aceptable de cara a no venderle humo a la ciudadanía, sino realidades posibles de realizar. ¡Manos a la obra!