¿Hasta cuándo?

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

02 ene 2017 . Actualizado a las 16:54 h.

No se puede decir que la despedida del 2016 ni la entrada del 2017 se hayan hecho con buen pie. El aciago año que acabamos no quiso marcharse sin dejarnos el amargo sabor de la sangre derramada en una de las ciudades del planeta más castigadas por la violencia, Bagdad. Y el nuevo también ha comenzado de manera violenta en Turquía.

Cuando todavía no se había despejado el humo de la pólvora quemada de los fuegos artificiales y cuando, probablemente, ya se habían terminado las primeras botellas de champán, un asesino a sangre fría se lanzó a disparar de manera indiscriminada con armas automáticas desde la puerta de un local de ocio en la orilla europea de Estambul donde se estaba celebrando una animada fiesta de Año Nuevo con más de 800 personas. El saldo de 39 muertos y 69 heridos nos recuerda el terror vivido en la sala Bataclan de París hace poco más de un año. El terror golpeó en un local en donde la gente se había reunido para pasárselo bien. Obviamente, un objetivo muy goloso para los terroristas islamistas, a quienes todo aquello que recuerde el disfrute de hombres y mujeres al son de música occidental es poco menos que anatema. Estado Islámico y sus afines siempre intentan causar el mayor impacto mediático con el mayor número de víctimas civiles como, probablemente, es el caso de este último ataque. Una forma de advertir que la alianza entre Turquía y Rusia para alcanzar la paz en Siria y expulsarlos de Raqa no se logrará sin derramamiento de sangre y que nadie será ajeno al dolor que vive Siria. El EI está dispuesto a llevar su espiral de locura sangrienta donde quiera que pueda infiltrarse, porque no tienen miedo a morir matando. ¿Hasta cuándo?