Salud, dinero y medicamentos

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

OPINIÓN

12 ene 2017 . Actualizado a las 09:13 h.

Estoy convencido de que la muy numerosa tropa de monaguillos y cabilderos neoliberales ven más que justificado el refuerzo del copago/repago de los medicamentos. Sus argumentos son tan de cajón y naturales que les parecerán patéticos los de aquellos que se opongan a esa medida. ¿O es que no es de justicia redistributiva que quien tenga (por ejemplo, dos pensionistas) una renta mucho mayor aporte más de su bolsillo para comprar lo mismo en una farmacia?, ¿o es que no está sucediendo ya que un funcionario pensionista está pagando el triple que el resto de los pensionistas?, ¿o es que alguien duda que el copago/repago es una medida que favorece el ahorro y evita el despilfarro de fármacos?

Sobra decir que no pondrá en primer término la razón más obvia: que se trata de una forma de ahorrar unos millones de gasto público para tapar (en muy escasa medida) los agujeros de un déficit que se provoca y dispara por otras vías (fraude fiscal, capitalismo de amiguetes, intereses a acreedores). Lo más grave es que esto se consigue a costa de que el copago/repago distorsione muchas otras cosas. Para empezar, si el argumento redistributivo fuese en serio, más nos valdría hacer que nuestro sistema fiscal fuese progresivo y homologado a la media europea. Que las rentas (singularmente no salariales) más elevadas no se escaqueasen por las goteras y regalos fiscales.

Si el argumento del despilfarro fuese en serio, el que lo nombra debería saber que hoy con la receta electrónica (por cierto, ¿por qué no se aplica a los funcionarios?) las viejas picarescas son fáciles de detectar y que, además, los estímulos económicos a los médicos son más eficaces para frenar los cabildeos de los laboratorios (por ejemplo, para genéricos).

Pero lo que fundamentalmente distorsiona, pervierte y prostituye el copago/repago es la naturaleza misma del derecho universal e igualitario a la salud. Porque este bien público preferente se ha de financiar solo a través del sistema fiscal, al que cada uno de nosotros aporta en función de su riqueza pero, y esto es fundamental, al margen del riesgo, de su buena o mala fortuna en lo relativo a su salud. Lo financiamos así entre todos porque todos nos ponemos en el caso de que pinten bastos con nuestra salud.

Justo el copago/repago de los medicamentos (y sea del porcentaje que sea) lo que provoca es penalizar la mala salud, la mala suerte, las malas condiciones laborales o de entorno social o familiar… o todo eso junto. Hace que el que se ve necesitado de acudir más a la farmacia acabe teniendo menores recursos para el resto de sus necesidades que aquel que (con idéntica renta o pensión) tiene la suerte de no necesitarlo. Penaliza al más débil. Corrompe la naturaleza de la protección a la salud.

Bien sé que a veces la salud se pierde por otras causas. Intentemos cambiarlas. Pero no hagamos pagar a justos por pecadores. Es por eso que el copago/repago nunca debió existir. Y menos hoy que los avances de la informatización nos permiten identificar muy bien las goteras e ineficiencias que se estén produciendo.