A falta de dinero, compromiso de igualdad

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

18 ene 2017 . Actualizado a las 08:35 h.

Lo mejor que se puede hacer, tal como anda el Estado de las Autonomías, es reunir la Conferencia de Presidentes. Fue un invento de Zapatero, estuvo regular gestionada y no se entiende que Mariano Rajoy haya pasado cinco años sin convocarla. La explicación quizá que al actual inquilino de la Moncloa le ocurrían algunas de esas cosas raras que les pasan a los políticos: o no acaban de ver para qué sirve algo que ellos no han creado, o tienen mayoría suficiente para gobernar y no necesitan deber favores a nadie, o sienten un rechazo impulsivo a lo ideado por un adversario. En el caso de Rajoy y esta conferencia creo que han coincidido las tres circunstancias, aunque no sé por qué orden.

Esta conferencia del 2017 va a durar mucho tiempo, porque después del trabajo de los presidentes vendrá el de la comisión de expertos, y varios expertos revueltos pueden tardar una eternidad. Pero, una vez escuchado el panorama económico que dibujó el señor Rajoy, con esos 20.000 millones menos de recaudación que en el año 2007, es posible que ayer haya sido el primer día del desengaño: la mayoría de los asistentes viajaron a Madrid creyendo que el Manzanares bajaba lleno de maná, de dinero para la dependencia y otros obsequios de la divinidad monclovita, y se encontraron con un Rajoy pidiendo limosna.

Y yo digo: si no hay mucho dinero para atender tantas necesidades, que todo esto sirva para corregir los desequilibrios entre los territorios, aunque haya faltado el acreditado patriotismo del señor Puigdemont y el fiscalmente independiente señor Urkullu. Me refiero al hecho de que, 40 años después de creado el sistema autonómico, aumentaron las desigualdades en el acceso a los conceptos que definen el Estado de bienestar y la igualdad de oportunidades. El Estado de las autonomías consiguió acercar el poder a la sociedad, hacerlo más operativo y adoptar decisiones desde un mejor conocimiento de la realidad. Pero fracasó en la oferta de servicios que prestan las Administraciones. Hay autonomías de primera en sanidad y autonomías que retroceden en atención sanitaria, como saben muy bien en la rica Cataluña. Hay autonomías donde los libros de texto son gratuitos y otras donde se siguen pagando. Y hay autonomías donde no se paga el impuesto de sucesiones y otras donde parece un impuesto confiscatorio.

Para lograr esa armonía no hacen falta los 20.000 millones de los que habla Rajoy ni es preciso aumentar los impuestos. Hace falta coincidir en los objetivos y lograr acuerdos de base. La Conferencia de Presidentes es el marco adecuado mientras no haya redaños para acometer la reforma del Senado. Y una consideración para nacionalistas: buscar la igualdad de los ciudadanos no es recentralizar.