La indignación según qué cosa

OPINIÓN

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En varios de mis artículos os he trasladado mi parecer sobre lo que repercuten los medios de comunicación en nuestras opiniones. Es tan importante y tan influyente lo que dicen o dejan de decir que se crea un concepto sobre alguien o algo en función de diversas circunstancias. Me ponía ayer a leer una tribuna donde comparaban el caso de Aylan, aquel niño sirio que apareció muerto en una playa de Turquía, con Samuel, de seis años y procedente del Congo, ahogado en el Mediterráneo y encontrado en las costas de Cádiz. ¿Cuál ha sido la diferencia fundamental entre un caso y otro? A mi parecer que del primer caso tenemos imágenes y del segundo no.

Aquellas portadas de Aylan en tantos periódicos del mundo causaron indignación a muchos de nosotros, pero lamentablemente y pasado todo este tiempo, nada ha cambiado. Igual pasó con las niñas secuestradas por Boko Haram. Copiamos a Michelle Obama con su cartel pidiendo la liberación y luego… acabamos por olvidar y pasar de todo aquello. Nos guste o no actuamos por impulsos para lo bueno y para lo malo, pero el problema está en que la parte silenciada, si no aparece en los medios de comunicación, no existe. No es que no importe, sino que no existe.

El lunes pasado tuve el honor de entregar el I Premio de la Paz del Colegio Público Carmen Ruiz-Tilve de La Corredoria. Fui jurado del galardón porque soy el representante municipal en el Consejo Escolar del centro. Se premió a Javier Bauluz y a la Cocina Económica por sus incuestionables papeles por un mundo y un entorno mejor. Quizás merecieran las mejores de las portadas casos y ejemplos como el de ellos, pero sin lugar a dudas por ambas partes nos transmiten que hay que indignarse por las guerras que hay a lo largo del mundo y por el hambre que pasan algunos de nuestros vecinos. De lo contrario, la humanidad está perdida totalmente.

¿Quién decide el grado de indignación que tenemos que tener? ¿Nos indignan más las cosas cuando nos afectan directamente que cuando le perjudican más al resto? ¿Por qué todos fuimos Aylan y ninguno Samuel?