Déjese investigar, partido gobernante

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

04 feb 2017 . Actualizado a las 09:00 h.

Decidme que no es verdad. Decidme que un partido que gobernó y gobierna España no se ha vendido por un puñado de euros. Decidme que es falso que ese partido ha engañado en su financiación a la Hacienda Pública, al Tribunal de Cuentas y, en consecuencia, a todos los españoles. Decidme que la construcción de obras públicas ha sido adjudicada siempre con criterios objetivos de precio, garantía y calidad y no a cambio de unas miserables monedas. Decidme, en fin, que la petición del fiscal de reabrir el caso de la caja b del Partido Popular es algo que tiene que hacer por obligación, pero no porque vea un caso de fraude por parte de quien hace, aplica y obliga a cumplir las leyes, entre ellas la normativa fiscal.

Esta expresión de deseos es fruto, naturalmente, de la iniciativa de la Fiscalía Anticorrupción de pedir que se reabra el caso de los papeles de Bárcenas, que volvieron a resurgir por la declaración de Francisco Correa. Los lectores lo recuerdan porque describió el funcionamiento de la mafia: un empresario pide una obra o ganar un concurso; como sabe que Correa es el cauce, le comunica su deseo; Correa se lo pasa a Bárcenas, que se encarga de la gestión política y del reparto posterior de la pasta. Se supone que algo se lo lleva Correa, algo Bárcenas y el resto, el Partido Popular. Lo que haya ocurrido en medio (el robo de las comisiones para el bolsillo particular y para acumular un fuerte patrimonio) es uno de los misterios de la trama.

Eso es lo que se supone que ha ocurrido porque lo declaró un procesado. Hasta ahora la defensa del PP consistía en decir que no se puede creer a un delincuente. Pero ocurre que hay que sumarlo a todo lo dicho antes por otro presunto delincuente, Luis Bárcenas, sobre sus papeles, la doble contabilidad que mantuvo con toda tranquilidad en el juicio y sus pagos en sobres. ¿Todos mienten contra el PP? Es posible. ¿Creen Bárcenas y Correa que atacando al partido se defienden ellos mejor? También es posible. ¿Piensan que atemorizando a sus dirigentes pueden encontrar algún tipo de apoyo en los tribunales? Nadie lo descarta.

Pero, por encima de todo, está el honor del PP y de las personas que lo dirigieron. Este cronista piensa que sí hubo doble contabilidad, pero no para meter el dinero de los cohechos, sino el dinero de las ayudas económicas «no finalistas», como dice Bárcenas. Y el Partido Popular, si cree que está limpio y que la caja b, de haberla, era para camuflar el dinero de Bárcenas, no debiera poner inconvenientes a que se investigue. Judicial y políticamente. Un partido con su historia y sus servicios no puede vivir eternamente bajo la sombra de la sospecha. Y menos, un presidente íntegro como Mariano Rajoy.