No vale mirar para otro lado

OPINIÓN

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A la candidatura de Susana Díaz parece que le crecen los enanos. El último ejemplo lo ha protagonizado Miguel Ángel Heredia tras difundirse unas grabaciones en las que se le escucha en una reunión privada con miembros de Juventudes Socialistas de Málaga. Esas palabras ya tienen su tiempo pero son hoy actualidad porque insultó a Margarita Robles, propuso deshacerse del PSC y aseguró que Toxo le había hablado de un pacto de Gobierno de Pedro Sánchez con Podemos y con ERC. Aunque la propia Susana Díaz no tuvo más remedio que contestar a los periodistas con criticas a sus comentarios, este diputado nacional continúa siendo hoy el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.

¿Se puede mirar para otro lado? ¿Es lícito hacer ese tipo de comentarios, aunque sea en una reunión privada, en la que entre compañeros no se deberían de estar grabando las conversaciones? ¿Le merece la pena al PSOE, y más en concreto a la candidatura de Susana Díaz, que esta persona siga en la cámara baja como si nada hubiera pasado? A todas estas preguntas tengo que decir que me duele que Miguel Ángel Heredia ni haya dimitido ni le hayan cesado. Me resulta aún más triste que quienes defienden a la candidatura de la Presidenta de la Junta de Andalucía, y más concretamente quienes forman parte de los grupos de mujeres (#LaHoraDeLasMujeres) que se han constituido para apoyarla, hayan sido incapaces de condenar, como mínimo, las palabras de esta persona. La credibilidad se gana todos los días y se pierde en un solo segundo, y toca ser valiente y arriesgar por lo que cada militante piensa que es lo correcto. Callar o mirar para otro lado, bajo mi punto de vista, te convierte en cómplice de unas palabras que como socialista ni las comparto ni puedo tolerarlas. Ha sido tan esperpéntica la situación que cuando el propio Heredia pidió disculpas ante los medios e intentó aclarar la conversación con Toxo (cambiando su versión diciendo que era gente cercana a él), el Secretario General de Comisiones Obreras se ha visto obligado a pedirle los nombres de esas supuestas personas cercanas para esclarecer la situación. A día de hoy, al menos públicamente, sigue sin desvelar quién le dio esa información, lo que al final puede acabar por dar a entender que se dedicó a difundir mentiras entre los militantes que tenía a su alcance, algo que creo entender que sería inadmisible y poco o nada ético.

Por todo esto me parece que tiene razón Adriana Lastra, que ayer envió una carta a Javier Fernández y a Antonio Hernando reclamando que Heredia deje sus responsabilidades en la Carrera de San Jerónimo. Hay situaciones que no deberían tener mayor discusión y no es de recibo que no le haya supuesto por ahora ningún coste político. No vale mirar para otro lado.