Los traumas de un partido roto

Tino Novoa EN LA FRONTERA

OPINIÓN

05 may 2017 . Actualizado a las 07:10 h.

Dos de cada tres militantes del PSOE se han posicionado en la batalla de los avales. Una movilización de tal envergadura ante una cuestión aparentemente de trámite es la mejor demostración de la intensidad con la que se viven las primarias en un partido profundamente dividido. Una fractura que no es nueva en el PSOE, pero que quienes aspiran a liderarlo no han hecho más que agrandar con una campaña pensada más para estigmatizar al adversario que para afrontar los profundos y graves problemas que amenazan con condenar a la irrelevancia al partido que más años ha gobernado España en la etapa democrática.

Es el PSOE un partido de sistema que trata de mantener un corazón de izquierdas. Dos almas que han podido convivir durante años, bien que con más de una cicatriz. Pero ahora las heridas se han abierto y el partido se desangra. Los socialistas viven atenazados por dos traumas: los recortes de Zapatero y la abstención que ha permitido gobernar a Rajoy. Dos decisiones que sus responsables no han sabido explicar y que los militantes ni han digerido ni han perdonado. A partir de ahí, se ha abierto una brecha entre el aparato y la militancia que Susana Díaz ha sido incapaz de cerrar y que Pedro Sánchez se ha encargado de agrandar. El cruce de descalificaciones entre uno y otro, de forma directa o por vía interpuesta, puede ser eficaz para conseguir más votos en un mundo en el que todo se convierte en blanco o negro y todo se lleva a los extremos. Pero lo verdaderamente importante para el PSOE comenzará el día 22, cuando llegue la hora de intentar reanimar un proyecto que ahora mismo agoniza. Y el resultado de la primera batalla de esta perversa guerra no augura nada bueno. Aunque Susana Díaz gane el recuento de avales, moral y políticamente el triunfador es Pedro Sánchez. Pero puede ocurrir que el día 21, gane quien gane, sea una victoria pírrica en un partido dividido en dos bloques de fuerza equivalente y sin capacidad de entenderse.