Memoria de pez

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

07 may 2017 . Actualizado a las 22:55 h.

Tenemos memoria de pez. Hay dos maneras de salir del foco abrasador de la actualidad instantánea en la que vivimos. Una: el foco cambia de presa de forma compulsiva. Ejemplo: ¿qué fue de Haití? ¿Qué está pasando allí? ¿Se recuperó la relativa normalidad que en aquel país nunca fue más que intentar comer y vivir de forma decente? Otro ejemplo: la crisis de refugiados. ¿Ya no la hay? ¿Ya no es una tumba el Mediterráneo? ¿No hay naufragios? ¿No hay éxodos desde la matanza en Siria? ¿No hay campos de inmigrantes? ¿No hay vallas que demuestran que en Europa lo que más tenemos es miedo y lo que menos tenemos es vergüenza? La otra manera de huir del foco de interrogatorio de la avalancha de información es justo eso: la avalancha. Un ejemplo: la corrupción. Acumulamos basura y basura y no vemos la montaña de vertedero que tenemos delante. Una estampida de información solo deforma. Satura. Lo que necesita una investigación es tiempo y pausa. No un espectáculo mediático y maniático. Los periódicos comen una vez al día; las webs, cada minuto. Las radios, cada hora. Las voraces redes sociales, cada segundo. Las televisiones necesitan un plató de share delante de su boca. La ansiedad mata la precisión. Claro que necesitamos operar el desvarío del sistema. Pero quienes lo tienen que hacer son los jueces, con la ley en la mano. Una cascada de y tú más de los políticos, ocupados y preocupados solo de su caladero de votos, pervierte el Congreso y lo muda en un patio de recreo. Ahonda en una España de banderías de infausto recuerdo. Y pone en marcha la otra forma de que una noticia desaparezca de la memoria del ciudadano: la de la acumulación. La búsqueda sin freno de titulares y titulares y titulares sirve para convertirnos a todos en suplentes eternos de nuestro futuro.