El enano blanco: Un epitafio para Javier Fernández

OPINIÓN

03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que una enana blanca es un remanente estelar que se genera cuando una estrella de masa menor ha agotado su combustible. La definición parece encajar como anillo al dedo al Presidente del Principado y expresidente de la Gestora del PSOE cuya última acción política «de envergadura» fue enviar una carta llena de faltas de ortografía a Pablo Iglesias para rechazar la moción de censura al PP. Y es que las estrellas brillan, algunos enanos parecen querer hacer cosas mezquinas como ésta. La falta de altura (política) es lo que tiene, que uno acaba muriendo matándonos a todos alargando un gobierno del PP mientras su luz se extingue.

Tiempo de hacer balance para un presidente moribundo políticamente ¿no? Publicaba el domingo 28 Asturias Diario una encuesta en la que el mayor movimiento en escaños era la pérdida de 2 para el PSOE. Y es que, aunque en la encuesta el «enano blanco» era el más valorado de todos los políticos, no hay que olvidar que una de sus mayores proezas durante su vida estelar antes de convertirse en lo que es hoy fue la de atravesar el «hiperespacio» que separaba el PSOE del PP en un agujero de gusano… o, mejor dicho, haciendo oídos sordos a todos los agujeros del PP por los que salían gusanos. Javier Fernández se hizo cargo de una FSA con 24 escaños en el año 2000 y está a punto de dejarla -si las encuestas son ciertas- con 12, la mitad exacta. Se hizo cargo de un PSOE en pleno proceso de investidura durante poco más de medio año y sacó adelante nada menos que unos presupuestos con el PP en Asturies -no era nuevo para él- y el segundo Gobierno de Rajoy -esto sí, ésta es su proeza- (Por cierto, como nota a pie de página, Adriana Lastra, la representante del viejo-nuevo Secretario General, también se abstuvo ante el gobierno de Rajoy, tan crecida que está ahora entre los suyos).

Javier Fernández, la estrella muda, ha demostrado ser de los que no saben o no pueden brillar pero sí que son capaces de arder y hacer arder. Y no, no digo que los incendios que asolan Asturies regularmente sean suyos, pero sí que ha hecho cosas como permitir el primer gobierno de un partido imputado por corrupción con un Presidente declarando como testigo, reducir su partido a la mitad y el poder adquisitivo de todos los asturianos en varios enteros. Puede no gustarnos lo que ha hecho, pero nadie puede decir que no ha hecho nada.

En su discurso de investidura había prometido no volver a aspirar a un tercer mandato. No parece muy probable que lo pueda hacer cuando Unidos Podemos obtiene 3 escaños más que él en el peor de los escenarios electorales posibles: Presentándose por separado Podemos e IU y desperdiciando los restos y Podemos con el líder peor valorado de todos. Tampoco parece posible que tenga algún argumento para que Mercedes Fernández no sea presidenta. Al fin y al cabo, no sería su primer cheque en blanco al PP.  Queda ver qué pasa con el enano blanco, o con el otro enano: Villa, hijo de Soma, señor de las minas, que parece ser que se lo está comiendo el Balrog de la corrupción. Y es que ya se sabe, lo de cavar tan hondo y crear agujeros negros en las cuentas públicas nunca puede acabar bien. Javier Fernández vuelve a casa (a una de las muchas que tiene) eso sí, pero las ruinas que deja, nos las comemos todos.