¿No hay bastante policía? Tendrá que haberla

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

06 jun 2017 . Actualizado a las 20:00 h.

Los demás europeos no saben lo que es el terrorismo. Se asombran de que el Reino Unido haya sufrido tres atentados en 72 días, pero quizá no recuerden cuando los españoles sufríamos medio centenar de atentados en ese período de tiempo. La Voz de Galicia recordaba ayer que el terrorismo yihadista ha asesinado a 586 personas en Europa, pero los terrorismos etarra, de extrema derecha y los yihadistas provocaron más de un millar de muertes en nuestra nación. Quiero pedir con este recuerdo que no se olvide lo ocurrido. Pretendo recordar que el terrorismo no es un fenómeno nuevo, como a veces parece en algunas tertulias televisivas. Aspiro a decir que esas bandas salvajes parecen hoy indestructibles, pero pueden ser derrotadas. Y me propongo poner una voz de esperanza ante la ola de pánico que tuvo su muestra elocuente en la estampida de Turín.

Ninguna banda criminal es igual a la otra, por supuesto. No es lo mismo la lucha armada de ETA, la del IRA o las Brigadas Rojas que la efectuada en nombre de Alá. Tiene mucha más capacidad para matar quien está dispuesto a inmolarse en nombre de algún paraíso que le ofrece su religión. Podemos establecer todas las diferencias que queramos, pero hay otras cosas ciertas: el terrorismo de ETA dejó de existir cuando perdió apoyo ciudadano y las policías mejoraron su capacidad de investigación. ¿Por qué no pensar que puede ocurrir lo mismo con el islamista? Si existe, es, entre otras razones, porque hay comunidades musulmanas que permiten su existencia y porque es dudoso que las policías -en este caso, la británica- hayan sabido vigilar a los potenciales asesinos y prevenir sus acciones criminales.

Lo ha dicho la propia Theresa May: hubo demasiada condescendencia con los extremistas; lo alega Jeremy Corbyn: May debe dimitir por haber reducido el número de policías; lo justifican las medidas que el Gobierno británico pretende adoptar ahora: trabajar las comunidades musulmanas, investigar más los contenidos de Internet, encomendar un papel de vigilancia a la sociedad y cambiar algunas leyes para dar más poderes a la policía. Dicho en otras palabras: se trata de hacer lo que hizo España después del atentado del 11M y lo que se redactó en la Ley de Seguridad Nacional. Y se trata de imitar lo que hacen la policía española y el Centro Nacional de Inteligencia, CNI.

«El Reino Unido no tiene policía suficiente para esas tareas», se pudo escuchar ayer. Pues tendrá que tenerla. Si estamos ante el mayor problema de seguridad, habrá que buscar los recursos necesarios para impedir los atentados que se pueda. Una sola vida que se salve habrá justificado el esfuerzo presupuestario. Y si no, tendrá razón Jeremy Corbyn: alguien deberá dimitir.