La sentencia del bofetón

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

24 jul 2017 . Actualizado a las 08:11 h.

Me niego a hacer una reflexión técnico-jurídica sobre este tema. La cosa no da para tanto, ya que las leyes deben recoger asuntos de más enjundia. Solamente decir que la sentencia en la que se absuelve a una madre por abofetear proporcionadamente a su hijo, tras estampar este su móvil contra el suelo como muestra de disconformidad por ser regañado, me parece ajustada a un Derecho que ni tan siquiera debiera haber entrado a valorar los hechos.

 ¿Adónde estamos llegando en lo que a la permisividad de los hijos se refiere? A los que ya no cumpliremos los 50 todo esto nos suena a chiste. Amamos a nuestros padres a pesar de que raro fue el día de nuestra niñez en que una zapatilla no rozaba nuestra oreja tras cometer una trastada.

Ningún padre en su sano juicio reprende a su hijo si no resulta estrictamente necesario, pero lo contrario, el consentirles todo, a lo único que conlleva es a la creación de pequeños monstruos que harán la vida imposible a todos aquellos que les rodean.

Como no se ponga remedio a toda esta locura de menores que denuncian a sus progenitores animados por lo que leen en las redes sociales, y se encuentran con una sentencia condenatoria, mal les irá a los que el día de mañana tengan que educar a sus hijos. Muchos de aquellos a quienes en mi niñez les tocó ser padres están preocupados por recibir una citación del juzgado. Para su tranquilidad les diré que no hace falta que consulten el Código Penal. Su tan execrable delito ya ha prescrito.