¡La fiesta sale gratis!

OPINIÓN

14 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En este país de charanga y pandereta, en cada rincón del mismo y cualquier día del año se encienden las luces de neón del recinto ferial o de los improvisados escenarios  que montan las grandes orquestas que van de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta. Esa es la fiesta nacional, la de los toros y la pandereta. Pero, bien sabes, mi sufrido lector, que yo me estoy refiriendo a otro tipo de fiestas, a esas que no hay que pagar, que sigue gratis participar en ella. Un día sí y otro también, aparecen en la primera página de todos los rotativos, ahora más bien digitales: «El juez ha condenado a Fulanito. Hoy entra en Soto del Real, Menganito. Y, cualquier día del año, se celebra el juicio de Zutanito».

Apabullante número de datos, cientos, tal vez, miles de políticos implicados en tramas  inmensas de pestilente corrupción. Estiman los economistas en unos 80.000 millones de euros lo que suponen el dinero atrapado más los gastos de juicios, prisión, etc. Los datos, repito, son escalofriantes por la magnitud de las cifras que suponen en el PIB, y, apabullantes por el número de implicados; y, es que mires a donde mires. En cualquier dirección que dirijas la vista la corrupción  te frena el horizonte. Y aquí, hoy otro dato que el proipio Gobierno aporta. Ya no se trata de la especulación de los periodistas o del papel propio de la oposición. Es el mismo Gobierno el que admite que mayor preocupación de la población española es el paro con más del 70 %; pero es que en segundo lugar, lo que preocupa a casi la mitad de los ciudadanos, exactamente AL 49,1 %,  es la corrupción  

Bueno, a estas alturas del partido: ¿sorprender?, ¿sorprender? Creo que no tanto. Nos hemos acostumbrado a ello como algo natural y cotidiano. ¿Rabia? ¿Impotencia? Eso ya es harina de otro costal. ¿Cuál es papel que puede jugar en esta fiesta la justicia?: ¿El de invitado de piedra, o el de actor principal, independiente y de futuro para un país que víctima de su indolencia , desprecio de las instituciones y la lentitud de la misma que la ha convertido en un cajón de sastre?

Estas son las cuestiones que nublan nuestro futuro respecto a la justicia, pieza clave en toda democracia y último resorte al que agarrarse el pueblo llano cuando se ve atropellado por el abuso de poder. Este, y no otro, es el panorama que hay que despejar de una vez por todas. Y, en este empeño valiente, deben implicarse a una como una auténtica piña los gobernantes. Los políticos. Porque si éstos montan su sarao paralelo. Se encojen de hombros. A mí que me registren y otros miles de lugares comunes de los que es tremendamente rico el refranero español, Apañados vamos.

La fiesta seguirá siendo gratis para tantos caras duras que h abusan de sus puestos de privilegio, de esos tratos de favor que les protegen las leyes. Se creen inmunes ante todo y todos. De estar cómodamente sentados en su poltrona para servir a sus intereses y no ponerla a disposición plena de quienes han confiado en ellos y lo han sellado depositando la papeleta en las urnas. Esta situación triste, pero real que se da en nuestro país o nación, permite que  cualquier  español que acceda a la fiesta pueda caer en la tentación de seguir esa mala conducta y perpetuar al infinito esta casta de políticos de pacotilla, de me lo llevo, de abuso de poder, de inmunidad, de vivir de espaldas al pueblo llano al que se deben y al que les eligió.

Momento histórico para la Justicia con mayúsculas. Reto histórico para los auténticos gobernantes y datos apabullantes que ensombrecen el panorama español de justicia, igualdad y fraternidad.