Amb Barcelona

OPINIÓN

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mis primeras líneas de este artículo las quiero dedicar a todas las barcelonesas y todos los barceloneses, porque ayer por la tarde vieron cómo la sinrazón terrorista perturbaba la vida normal de la ciudad condal, provocando el caos y el miedo entre quienes paseaban por las Ramblas y sus alrededores. En el momento en el que estoy escribiendo este artículo solamente hay como dato oficial el fallecimiento de una persona y de treinta y dos heridas (en palabras del conseller de Interior del Govern catalán). Traslado desde aquí mi solidaridad, afecto y apoyo para las víctimas, al igual que para sus familiares y amigos.

Los demócratas debemos ser firmes y no doblegarnos jamás ante el terror. Hoy es el día después de un atentado cruel, inhumano e injustificable, pero lo que precisamente quieren conseguir los enemigos de la libertad es que vivamos con miedo. No nos pueden ganar esa batalla. En los tiempos en los que vivimos estamos sobrepuestos a un volumen de información que hay que saber filtrar correctamente. Ayer las fuerzas policiales pedían una y otra vez no compartir imágenes para no dar pistas a los terroristas. Esa petición se mezcla con las ansias por contar las cosas, no siempre contrastadas, que pueden desorientar y provocar en algunas ocasiones el efecto contrario al que se quiere trasladar. Por eso hay que ser responsables, compartir únicamente información oficial y no difundir noticias de fuentes ajenas.

A todos los equipos policiales y sanitarios, a quienes donaron sangre en los hospitales, a los taxistas que ofrecieron sus coches de manera gratuita para trasladar a quienes lo necesitaban, y a quienes en general pusieron su granito de arena para proteger a la gente, gracias. Y a Barcelona, todo mi cariño personal y mis ánimos para que se vuelva a la normalidad en el menor tiempo posible.