Cataluña. Hoy no es el día

OPINIÓN

01 oct 2017 . Actualizado a las 08:11 h.

Hoy, 1 de octubre, no es el día clave de bóveda. El día será mañana o pasado mañana, o al otro o al otro, cuando los rebelados declaren la República Catalana y el Gobierno español aplique el artículo 155 de la Constitución. Hoy, qué duda cabe, será un día duro. Multitudes ante muchos de los 2.315 colegios electorales, y en calles y plazas, y en donde pinte. Habrá resistencia, muy cruelmente de padres que pondrán a sus hijos delante de la policía (no se les retirará la patria potestad: todo va de «patrias»). Habrá violencia, desatada por la CUP-Arran y sus correligionarios de media España y media Europa, y del resto de los partidos independentistas, sin excluir al PDCAT, que ya no es Convergencia, que ya es odio puro.

Los mossos no actuarán como les ha ordenado la juez del TSJC (están dejando que se ocupen las escuelas). E intervendrán los guardias civiles y los policías nacionales, y llegarán los enfrentamientos, quizá entre los agentes de uno y otro bando, seguro entre los agentes de la «ocupación» y los civiles defensores de «su» tierra. ¿Muertos? Difícil que no los haya, hoy u otro día. El Ejército acabará patrullando.

Hoy es el día de los sentimientos oscuros. Millares de catalanes asesinarían a los asquerosos enemigos. Hoy es el día de la saña. Y mañana continuará. Los tiranos catalanistas mantendrán vivo el fuego con barricadas, huelgas, atentados. Dispersarán su furia de mil y una maneras. Será la apoteosis del bestialismo. Pero será entonces, por fin, cuando el Estado tendrá que aparcar su blandura y detener a los conjurados: Carlos Puigdemont, Oriol Junqueras, Jorge Turull, Joaquín Forn, Raúl Romeva, Clara Ponsatí, Carmen Forcadell, Ana Gabriel, Mireia Boya, Jorge Sánchez, Jorge Cuixart, Juan Tardá, Gabriel Rufián, Marta Rovira, Neus Lloveras, Miguel Buch y tantos y tantos otros. Yo los señalo, porque son los ideólogos que han captado a las muchedumbres para que hagan de androides terroristas.

Así pues, hoy no es el día (Puigdemont vociferó la noche del viernes: «Ya hemos ganado»; y ya saben qué decir: votó cerca del 70% y el sí obtuvo más del 80%). El día será el día de mañana. Y el cuadro que resultará será una mancha negruzca.