La huelga de pago

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CON LETRA DEL NUEVE

OPINIÓN

04 oct 2017 . Actualizado a las 08:27 h.

Las insurrecciones aguzan muchísimo la imaginación. Y si la revuelta se produce en Barcelona, capital del márketing y el diseño, la innovación está garantizada. La primera gran aportación de estos días la hizo Jaume Roures. El antiguo maoísta y ahora multimillonario empresario audiovisual fue el encargado de montar el tenderete para acoger a la prensa que iba a cubrir el 1-O. Roures le puso a su tinglado un nombre en inglés, que para un maoísta es la lengua del imperio, pero para un exmaoísta es el idioma de la pasta gansa: International Press and Broadcasting Center. Con su chiringuito ya montado, Roures hizo su gran contribución a la historia: cada periodista que quisiese asistir a la comparecencia de los cargos del Govern tenía que pasar por taquilla y aflojar diez euros. Había nacido la rueda de prensa de pago. 

Pero la Generalitat no se iba a quedar atrás a la hora de inventar. Como lo de ir a las barricadas perdiendo un día de sueldo y de cotización a la Seguridad Social está muy anticuado y la Generalitat es muy moderna, Puigdemont dio orden de no descontar el salario del día de ayer a sus funcionarios huelguistas, que al fin y al cabo son unos patriotas.

A Hacienda, siempre tan quisquillosa, no le ha hecho mucha gracia la broma y aclara que el «el paro de país» pasará por caja. Pero ¿en qué se va a gastar mejor el dinero público que en financiar una manifa contra el Estado en horario laboral? Total, en la Cataluña independiente, la de los unicornios y los billetes de 500 euros en los árboles, todas las huelgas serán de pago.