Publicidad en TVE

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

11 oct 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

El partido de la selección española frente a Israel fue seguido el lunes por la noche por cinco millones de espectadores, tantos como vieron la ristra de anuncios que, uno detrás de otro, se emitieron en una cadena pública que, en teoría, no tiene publicidad. Pizzas, refrescos, coches, apuestas deportivas, un largo listado de mecenas del combinado español introducen su cuña en La 1 varias veces a lo largo de 90 minutos con cada partido de fútbol internacional. Este intercambio permite a la televisión pública incorporar a su parrilla, mediante la fórmula del patrocinio cultural, contenidos caros que no estarían a su alcance de otro modo.

Lo mismo ocurre cada semana, como anoche, con MasterChef, un escaparate de productos que puede formar parte de la cadena pública porque depende, en gran medida, de este recurso que se articula en la ley de financiación para flexibilizar el flujo de dinero hacia el ente. Si no fuera por esto, MasterChef tendría que emitirse probablemente en un canal privado y sería un programa distinto.

Cuando TVE dejó de tener publicidad teórica, al arrancar el 2010, los espectadores soñaron con la utopía de ver películas gratis y sin interrupciones. Hoy, entre patrocinios y promociones propias, ni siquiera eso se ha hecho realidad.