Todo tiene su parte buena y mala. Nunca me ha gustado hablar mal de nuestro país, pero no soy muy seguidor de esas comparativas que dejan en mal lugar a España y, bajo mi punto de vista, se les da una publicidad muy grande cuando creo que la realidad es otra. Por ejemplo, no hay mes en el que no haya un estudio, informe o trabajo en el que no consideren a los estudiantes españoles entre los que menos rendimiento académico tienen, cuando mi experiencia en otras partes de la UE me hizo ver que pese a que aquí somos incapaces de hacer un pacto educativo no es verdad que estemos en peor situación. Ese victimismo es una percepción instalada que no corresponde con el nivel que tenemos, que considero que es alto (aunque, por supuesto, también mejorable).
Pero no todo puede ser defender a nuestro país. Esta semana hubo una noticia que quedó totalmente difuminada por el asunto catalán y que estoy seguro que si se llega a producir en otros países hubiera provocado la dimisión del Gobierno nacional en bloque. El inspector jefe de la UDEF, Manuel Marocho, aseguró el martes en su comparecencia en la comisión de investigación de la financiación irregular del PP en el Congreso que "indiciariamente" el presidente del Gobierno y otros altos cargos del partido recibieron pagos en negro, tal y como se desprende de las anotaciones de Luis Bárcenas. La noticia ha quedado totalmente escondida, pero estoy convencido que ni abriendo los telediarios hubiera provocado una indignación social que obligase al Presidente del Gobierno a convocar elecciones anticipadas. Veremos qué dice la sentencia al final, pero las pruebas están ahí y aquí nadie piensa asumir responsabilidades políticas.
Cumplir la ley es también ser honrado. La Fiscalía presentó en sus conclusiones del juicio de la Gürtel que se había acreditado que el PP se financió de forma ilegal con los delitos de la trama, para lo que pide que el partido sea condenado como partícipe a título lucrativo. Por mucho que Rajoy, Aznar y otros dirigentes se esfuercen en echar balones fuera y digan que las cuentas del PP no tienen nada que ver con ellos, no hace falta ser muy inteligente de que estas afirmaciones las hacen por legítima defensa, no porque sean verdad. A mí me produce mucha decepción ver en las encuestas al PP en el primer puesto. Concluyo pensando que la ciudadanía está inmune ante la corrupción, y en formaciones como el Partido Popular hasta parece que no les pasa factura electoral. Lamento tener que criticar a la ciudadanía pero sin un severo castigo en las urnas el mensaje y la imagen que damos como país deja mucho que desear.