Sin papeles no hay paraíso

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

12 nov 2017 . Actualizado a las 10:15 h.

Que el papel es uno de los inventos más importantes para la humanidad nadie lo duda. El papel ha sido el soporte fundamental de creación y transmisión de conocimientos desde hace más de cinco mil años, el papiro Egipcio, los pergaminos medievales, los palimpsestos, los libros, las cartas... todos ellos han supuesto un vehículo fundamental de desarrollo para la civilización. Sin el papel no existiría memoria colectiva, ni transmisión de pensamientos, ni derecho, ni registros de transacciones, ni compromisos escritos, ni leyes fundamentales, ni propiedad privada, ni información, ni publicidad, ni cigarrillos... Hay diferentes tipos de papel y cada uno de ellos sirve para facilitarnos algún aspecto de la vida: el papel celofán, de estraza, de liar, higiénico, tisú, cuché, cartón, vegetal... Es difícil imaginar una vida cómoda, entretenida y segura sin el concurso de algún tipo de papel.

Puede que sea verdad que en este siglo veamos su declive en detrimento de los nuevos soportes digitales electrónicos, pero se me antoja imposible su completa desaparición, de hecho, últimamente se constata una revalorización de la importancia del papel.

De hecho, bien entrado el nuevo siglo, los papeles en general son en muchos casos la prueba del algodón de que sin ellos no somos nadie. Nada más triste y complicado que ser un simpapeles en cualquier lugar del mundo, nada compromete sin papeles de por medio, nada posees sin un papel que lo acredite, ni tan siquiera eres alguien si no hay un simple papel que lo demuestre.

Sin papeles no hay paraíso y el paraíso está lleno de papeles, como hemos comprobado estos días. Los papeles de los paraísos de Bárcenas, de Andorra, de la Gürtel, de Panamá, de Soria, del canal, demuestran que quienes disfrutan de ellos viven mucho mejor que aquellos que mayoritariamente disponemos del papel de la hipoteca, de los klínex y del higiénico.

Hay papeles en el paraíso, el problema es que igual que todo paraíso tiene que tener un infierno, para muchos los papeles pueden convertirse en verdaderos papelones, esa es la grandeza y el peligro que tiene el invento del papel.

En definitiva, que hablando de papeles, mejor los justos y necesarios para que no se acaben convirtiendo en un papelón que te empapele.