El camino de un joven soñador

OPINIÓN

08 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es muy común escuchar la frase: «La juventud de hoy en día está acabada».

Una frase, que suele generar tres posturas. Una primera postura en la cual, como joven que eres, te hace sentirte menospreciado y sin ganas de luchar por demostrar lo contrario. La segunda postura es más clásica y simplemente «te resbala» lo que te dicen y eres uno más. Por último, en una minoría considerable respecto a las otras dos posturas aparece el joven soñador, que quiere luchar por cambiar a mejor esa visión.

Muchos factores influyen a la hora de poder decantarte por cada una de ellas: las inseguridades propias de la juventud, los miedos al fracaso, la inexperiencia, la sociedad que realiza una gran presión también indirectamente, etc. Una presión a la cual no se prepara a ningún joven y menos en esta época llena de cambios continuos, donde lo que prevalece es ser políticamente correcto, intentar agradar a todo el mundo, en vez ser uno mismo sin miedo a que te juzguen públicamente.

Por suerte, como se suele decir, el tiempo otorga experiencia, y al ser alguien con muchas inquietudes en general en la vida, esa experiencia fue suficiente como para darme el valor de tomar la postura del joven soñador y de luchar por cambiar las cosas. Comencé con una pequeña idea simple, reunirnos algunos amigos jóvenes para limpiar un prao. Este se encontraba lleno de residuos debido a una fiesta, algo que jamás hubiera creído que tuviera repercusión alguna, pero me equivoque. Un gesto tan simple, consiguió que cambiará mi mentalidad al completo, lo único que necesitaba era un pequeño empujón. Algo en lo que personalmente creo que tenemos que trabajar mucho como sociedad es tratar de incentivar a los jóvenes y apoyarles más. Con este pequeño empujón empiezas a ganar confianza, centrar tus ideas y a establecer sin miedo unos objetivos a lograr y por los cuales luchar.

Me decanté por mi pasión por la naturaleza, mi idea de cambiar la visión de los jóvenes y tratar de lograr cambiar una sociedad individualista, en una sociedad que sepa empatizar y que busque el bien general. Para lograr todo eso creé una asociación medioambiental llamada Biodevas junto a 2 jóvenes más.

El «problema» por llamarlo de alguna manera, es que cuanto más sabes, más quieres hacer y más inquietudes tienes. Cada vez quieres más proyectos, cada vez tienes más ideas, pero menos tiempo. Por eso también es importante saber centrarse, deambular, pero no perderse por el camino. Todo esto podríamos saltárnoslo con el apoyo y el asesoramiento adecuado. Con el tiempo me di cuenta de que con la asociación no podría lograr todos los objetivos que tenía propuestos. Tenía que dar otro paso más si quería ser un verdadero ejemplo para incentivar a otros jóvenes a optar por el camino de los soñadores. Necesitaba poder participar donde se toman las decisiones desde un colectivo con funcionamiento democrático de base, inclusivo, feminista y con una clara política encaminada al desarrollo de la sociedad en respeto con la conservación del planeta, así que decidí comenzar en la política activamente como afiliado de Equo.

Y como en todos los caminos aparecen multitud de obstáculos que atravesar, y con los que lidiar, en la propia vida siempre hay mil obstáculos. En mi caso en el camino de la política aún más, donde lo que reina son los engaños, las mentiras y las manipulaciones. Los medios de comunicación juegan un papel muy importante, donde parece que ya no importa la veracidad de las noticias, si no su atractivo para los posibles lectores, las propias ideas políticas de la dirección y la interpretación de los periodistas. Por último os dejo un consejo para superar cualquier obstáculo: Un obstáculo solo es algo que aún no has podido superar, solo deja de ser un obstáculo y pasa a ser algo imposible cuando tu dejas de creer en ello.