La huelga del ocho

Ramón Pernas
Ramón Pernas NORDÉS

OPINIÓN

03 mar 2018 . Actualizado a las 09:45 h.

El lenguaje es perverso, trastoca, altera el sentido primigenio de las palabras. El próximo día ocho un altísimo número de entidades de marcado carácter feminista, han convocado una supuesta huelga que encubre una jornada reivindicativa, sin duda justa por los derechos legítimos que reclaman. Coincide con una fecha histórica en la lucha por lo derechos de la mujer. El 8 de marzo se recuerda un movimiento iniciado en Nueva York el 5 de marzo de 1875, y singularmente la matanza de más de cien mujeres cometida, según los indicios mas fiables, por un empresario del textil que incendió su fábrica el 8 de marzo de 1908. La demanda reivindicativa consistía en exigir la igualdad salarial, la reducción a diez horas de la jornada laboral y un tiempo para amamantar a los hijos. Han pasado 110 años y hoy la brecha salarial sigue ensanchada. Injusto e incomprensible. No es negociable, hay que mantener firme la tesis de que a igual trabajo, igual salario y ese debe ser el grito que se escuche en la jornada reivindicativa del día ocho, No es una huelga contra nadie, en estrictu senso, es una jornada de lucha a favor de los derechos de la mujer trabajadora, un día para no mezclar churras con merinas, no es una jornada sindical, que los sindicatos son los administradores de las huelgas como derecho constitucional normalizado. No debe convertirse en una gigantesca actitud machista a la inversa, La mujer debe ponerse al lado del hombre en sus reivindicaciones: las víctimas somos las personas. Hay un catálogo muy amplio de derechos exigibles que nos afectan a todos, y no existe lenguaje sexista para convertirlo en eslogan. Hacer bandera de la cona es además de un exabrupto un planteamiento machista impropio de una organización política autodenominada progresista. No es una huelga contra nadie, yo niego la mayor en su denominación, una huelga fantasma contra todo pero a favor de la mujer únicamente y en su convocatoria colectiva. Desde hace 46 años, también en marzo, un día 10, dos jornadas mas tarde del día de la mujer trabajadora se conmemora, los primeros años con una huelga, esta si, la muerte de dos obreros de Ferrol Daniel Niebla y Amador Rey, a manos de la policía. Hoy en esta columna de las huelgas, no de los idus, de marzo, queremos dejar nuestro recuerdo para ellos. Los tiempos han cambiado y la huelga del ocho llegará a las calles y a las plazas reclamando los legítimos derechos de la mujer trabajadora. La sociedad está en deuda.