Ole las carmelitas

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

29 abr 2018 . Actualizado a las 09:38 h.

El título no es mío. Encabezaba un comentario de Facebook sobre unas monjas de clausura, carmelitas descalzas de Fuenterrabía. Lo publicó ayer María Cedrón en una crónica espléndida, digna de ser estudiada en las facultades de Periodismo. Es una lección de libertad y solidaridad y generosidad. Y es, para mí, el mejor epítome a la sentencia de Navarra. Dicen las monjas que ellas escogieron el camino de la clausura, porque es una opción libre, pero que defienden con «todos los medios a su alcance» el derecho de otras mujeres a hacer lo contrario. Y acaban: «Hermana, yo sí te creo». Y yo. Y la mayor parte de España, y del mundo, que contempla con indignación la decisión judicial. Aún no me he sacado de encima la repugnancia que me produce la propuesta de absolución de uno de los jueces. Y la de los dos que piensan que es abuso y no violación. El acto de violar a una mujer comienza cuando ella dice no, y él sigue. Y a los violadores, disculpen que insista, hay que meterlos en la cárcel y que no salgan. No creo en su redención. Porque todos reinciden. Por eso me gustaría que los que gritan, y yo con ellos, contra esta sentencia, estuvieran también conmigo cuando defiendo la cadena perpetua revisable en determinados delitos. Para los miserables de Navarra y para los argelinos de Alicante que violaron a tres niñas, la mayor tenía 17 años, durante 24 horas -¿por qué las redes sociales dicen tan poco de ello?- No soy tan bueno como las monjas, qué más quisiera. Qué lección de amor nos han dado a todos. Ojalá su corazón fuese el nuestro.