Jodidos están, Martínez

OPINIÓN

17 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tengo entendido que la señora Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación a la vera de M. Rajoy, tiene uno de los sueldos más altos que se dan en el palacio de La Moncloa, 112.000 euros brutos al año, a pesar de la mediocre carrera que desarrolló antes como periodista. Todo cambió cuando el presidente del Gobierno la eligió como jefa de prensa en 2006, siendo don Mariano solo presidente de su partido.

Rajoy llegó a decir entonces, en el transcurso de su itinerario como líder de la oposición, que cuatro mujeres había en su vida política a las que debía gratitud. De las cuatro, tres siguieron después a su vera y una (Ana Mato) fue señalada como partícipe a título lucrativo de los delitos supuestamente cometidos por su exmarido en la trama Gürtel, lo que precipitó su dimisión como ministra de Sanidad. De las otras tres, únicamente era Carmen Martínez Castro la desconocida, pues tanto Soraya Sáez de Santamaría como Dolores de Cospedal no lo eran.

De doña Carmen es conocida la anécdota a propósito de un tratamiento concedido a la mentada por un diario digital, que al referirse a ella la llamó secretaria de Rajoy, quizá para abreviar, recibiendo a continuación el periodista la correspondiente puntualización de quien se considera secretaria de Estado y no bedel.

También cuentan los cronistas que cuando M. Rajoy se ve acosado por la prensa en circunstancias improvisadas, suele apelar a la frase ¿Dónde está Carmen?, a fin de que la susodicha evite con su mediación que el jefe del Gobierno pueda soltar alguna de sus necedades o naderías a bote pronto, de las que tan nutridas están sus declaraciones.

Pues bien, esta señora ha tenido la desfachatez de hacer un comentario, con ocasión de la llegada de su jefe al Ayuntamiento de Alicante entre los gritos de protesta de los pensionistas congregados para la ocasión, que sintoniza con aquel otro de una diputada del Partido Popular a propósito de los millones de desempleados que registra nuestro país: «Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles…¡pues os jodéis!».

Unas manifestaciones así serían motivo del cese inmediato de la protagonista en cualquier gobierno de nuestro entorno, porque mantenerla en su puesto, con una remuneración superior a la del propio presidente (79.000 euros), es tanto como suponer que quien lo hace no le reprocha ese proceder, e incluso lo comparte, acaso por la gratitud que le debe.

¿Que Martínez pidió disculpas después de consultar con su jefe? ¿Y qué iba a hacer para seguir en su puesto, seguir como si tal cosas?