Narcos y Marruecos

Yashmina Shawki
Yashmina shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

06 ago 2018 . Actualizado a las 08:13 h.

En lo que llevamos de verano han llegado a nuestras costas miles de emigrantes provenientes del África subsahariana a través de Marruecos. El incremento, al que la Comunidad de Andalucía apenas sí es capaz de hacer frente, no se debe única y exclusivamente al efecto llamada provocado por la acogida del Aquarius sino, de manera fundamental, por la apertura de fronteras de Marruecos. Aunque no sea políticamente correcto decirlo es preciso destacar que no es casual que el fin del Tratado pesquero con la UE y la sentencia del TSJE de excluir las aguas del Sáhara Occidental del marco del acuerdo irritaran enormemente al gobierno de Rabat. Un gobierno que lleva ocupando de manera ilegal y sometiendo al Sáhara Occidental desde hace más de cuatro décadas. Como tampoco podemos obviar el hecho de que el tráfico de drogas que campa a sus anchas en la Línea de la Concepción proviene de este país. El transporte ilegal de mercancías, ya sea droga o personas, aporta pingües beneficios a las mafias y también a muchos funcionarios marroquíes que gracias a ello obtienen ingresos extra. Por eso, por mucho que intentemos frenar a los inmigrantes, por mucho que intentemos detener a los narcotraficantes, en tanto Marruecos no cierre sus fronteras y siga ganando tanto dinero seguirán llegando emigrantes y drogas a manos llenas. Mientras Marruecos utilice la doble moral para chantajear a nuestro país y a la UE por la cuestión del Sáhara muchos de sus nacionales, algunos de muy alto nivel, se benefician del crimen organizado. Es este un problema de Estado que requiere la cooperación y unión de todos los políticos y no de demagogias así como del apoyo de la UE para cambiar las relaciones. Hay que empezar a recordar que Marruecos no nos está haciendo un favor sino que es un socio privilegiado y que si quiere seguir siéndolo tendrá que cumplir sus obligaciones o atenerse a las consecuencias.