El Mundo Today publicaba el pasado miércoles que Pedro Sánchez había creado el Ministerio de Dimisiones. Hay que tomárselo con humor, como todas sus publicaciones, pero a otra parte hay que darle toda la razón: los adversarios al Presidente han encontrado en los ceses y salidas del Gobierno un punto débil donde hacer daño a Pedro Sánchez.
Coincido con Pablo Iglesias con que las dimisiones no tienen por qué significar mayor debilidad, porque la única manera de mantener la credibilidad y de ser coherente es cumplir y hacer lo que antaño dijiste que harías. Desconozco qué control y qué nivel de comprobación realizó el Presidente del Gobierno a sus ministros antes de nombrarlos. Sí que parece que hay cuestiones, como la que se ha conocido esta semana de Pedro Duque, que no le fueron informadas. Estamos ante el dilema de que una ingeniería fiscal legal puede no ser todo lo ética que se le exige a un representante público. Pedro Sánchez tiene testimonios en entrevistas en las que dice que ese tipo de conductas, en el momento de ser conocidas, conllevaría la marcha de esa persona. Sé que no es grato en poco más de cien días contabilizar dos dimisiones, pero si el listón lo hemos puesto muy alto, hay personas que no pueden liderar un ministerio, y siempre hay que cumplir con la palabra dada.
Casos como la tesis del Presidente del Gobierno o las grabaciones difundidas de Dolores Delgado con el excomisario Villarejo llenan los contenidos de los medios de comunicación, generan todo tipo de información e intentan de una u otra manera influir y quebrar al Gobierno nacional. Imagino que para cualquiera que quiere ser lo más objetivo posible, medir a todos por el mismo rasero y exigir que se sea honrado no puede ver el vaso medio vacío jamás. Si sigue esta presión al Gobierno me da que a Pedro Sánchez no le va a quedar otra que disolver las Cortes. Parece claro que lo determinante a la hora de decidir si convocar o no elecciones estará en los presupuestos para 2019, donde el acuerdo con Unidos Podemos creo que es posible pero no lo tengo tan claro con el resto del arco parlamentario, lo que se antoja muy difícil sacarlos adelante.
A ver si termina la semana el Gobierno sin ninguna dimisión, pero de producirse una nueva, ya de paso podían hacerle un poco de caso a El Mundo Today.