Románticos

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

27 oct 2018 . Actualizado a las 10:09 h.

Eso de tener principios es una cosa muy difícil y en política, más. Se supone que los principios rigen la conducta de las personas, es decir, producen criterio. Tiene criterio, quien tiene principios, de modo que ante un acontecimiento o un dato nuevo, puede recurrir a ese conjunto de ideas o convicciones para decidir cómo actuar. Por ejemplo, alguien que piensa en la vida como un derecho y, a la vez, como algo intocable, no disponible, se situará automáticamente en contra de la pena de muerte o de la eutanasia. Y por supuesto, en contra de descuartizar vivo a un opositor del gobierno y volatilizar luego su cadáver. Lo que ocurre, a veces, es que chocan los principios y se tambalea el criterio, porque no todos los principios gozan del mismo rango. En este caso, parece que la defensa de la dignidad humana ante un régimen autoritario, pero muy rico, colisiona con lo que los americanos llaman sin tapujos «national interest». Incluso existe una revista política con ese nombre. De ahí que ande todo el mundo buscando maneras de mirar para otro lado o de rebajar la gravedad de lo ocurrido: nuestro querido Occidente, sin coraje moral desde hace ya mucho, prefiere los euros y los dólares a los principios. Es la única ética que entiende esta supuesta civilización: la moral de facturar, de seguir vendiendo miles de millones en armas a Arabia Saudí, más obras como las del AVE a La Meca y no jugar con el encargo de las fragatas.

Trump hace lo mismo. Y todos los demás. Y ese es un principio aparente que aplica: si nosotros nos negamos, otros lo harán. No está el horno para bollos ni el mundo para héroes, pese a tanto falso romántico. Todo listo para la tiranía.

@pacosanchez