Responde Rosana Castelo, vocal del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña
10 nov 2018 . Actualizado a las 14:48 h.Metamizol es un clásico analgésico y antipirético comercializado desde hace más de 50 años en nuestro país. Es muy utilizado en distintas situaciones que cursan con dolor y para tratar la fiebre cuando otras alternativas no son eficaces. Numerosos titulares en los medios de comunicación de esta semana informan y alertan, incluso de forma desproporcionada a los usuarios, de que medicamentos tan utilizados como el Nolotil o presentaciones de metamizol genérico producen una reacción adversa que puede ser mortal, especialmente en pacientes británicos.
La agranulocitosis causada por metamizol es una posible y conocida reacción adversa grave, muy poco frecuente, que no se puede predecir en qué pacientes va a ocurrir. Se sabe que las mujeres, pacientes de más edad o pacientes inmunosuprimidos podrían tener un riesgo mayor. Durante años se ha discutido si los habitantes de países del norte de Europa podrían tener un riesgo mayor, aunque con los estudios disponibles no se puede confirmar ni descartar esta información.
Es por esto que, mediante nota informativa publicada el pasado 30 de octubre, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios recuerda a los profesionales sanitarios que metamizol es un tratamiento que necesita receta médica para su dispensación, y menciona situaciones evitables a tener en cuenta por médicos y farmacéuticos en las que existe mayor riesgo de agranulocitosis: pacientes de edad avanzada, pacientes que reciben tratamientos inmunosupresores o aquellos que requieran tratamientos con duración mayor de siete días en los que no se puedan efectuar controles hematológicos (pacientes desplazados por ejemplo). Este tipo de información debe hacernos reflexionar a los profesionales y a los usuarios sobre la idea de que ningún medicamento está exento de riesgos y que su uso está justificado siempre que sea mayor el beneficio que el riesgo esperado.
