El Supremo y las parejas

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

25 nov 2018 . Actualizado a las 09:59 h.

Los detectives privados no van a dar abasto investigando quien es ese desconocido inquilino o inquilina que vive desde hace poco en la todavía casa de su cliente o clienta compartiéndola con su ex e hijos.

El Tribunal Supremo prohíbe el uso de la vivienda familiar al padre o madre que la tiene en usufructo por tener la custodia de sus hijos si entra una nueva pareja a vivir en ella. ¿Es eso ajustado a Derecho? A mi entender lo es, pero lo que si puedo asegurar es que es una de las mayores preocupaciones del cónyuge que tiene que abandonar la casa. No le agrada en absoluto tener que seguir abonando su parte de hipoteca mientras un extraño se ahorra un alquiler a su costa, lo que, si somos sinceros, el que más y el menos debiera entenderlo.

La motivación jurídica del alto tribunal es que el derecho de uso de la vivienda se extingue por considerar que la entrada de una tercera persona en el inmueble hace perder a este su antigua naturaleza de vivienda familiar, al servir ahora en su uso a una familia diferente. La motivación del que dejó su butaca, su cama y sus televisión de 55 pulgadas es que nadie que no sea su ex y sus hijos se sienta, duerma o vea series o fútbol en lo que todavía es suyo. Cosas del desamor.