01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Uno busca la aventura, hasta que se da cuenta de que la aventura es vivir», esta frase se la dice un marinero a Carlos Alcántara (Ricardo Gómez) en el último capítulo de esta temporada de Cuéntame cómo pasó, la decimonovena de la serie. Y este capítulo, el trescientos cuarenta y ocho, no sólo sirvió como cierre de la temporada, sino que fue un adiós prematuro o el inicio de una larga despedida: Ricardo Gómez (Carlitos) y Elena Rivera (Karina) dicen adiós a la serie que les hizo crecer como personas y artistas. Cuando acabó la emisión de Cuéntame, media España estaba llorando y la otra mitad apretando la mandíbula para no hacerlo.

He visto todas las temporadas y capítulos de la serie, todos. La mayoría sentándome cada jueves frente al televisor y viendo el devenir de la familia Alcántara, cómo sus personajes han ido creciendo y evolucionando, año tras año, de la misma forma que yo también lo hacía: la ficción sirve, en ocasiones, para hacer el retrato más sincero y veraz de la realidad; aunque lo real siempre tenga un final más atroz. Lo que tiene esta serie, que ha hecho que muchos nos enganchemos, es que cuenta la mejor aventura: habla de eso tan manido que llamamos vida. Han conseguido que nos sintamos identificados, en mayor o menor medida, con la familia y todo lo que les ocurre, porque, en verdad, por muy distintas que sean, todas las familias se parecen mucho: problemas, riñas, enfados, discusiones, enfermedades, lloros, risas, felicidad y demás devenires.

Confieso aquí que abandoné a los Alcántara cuando Merche enfermó, creo que allá por el 2012. Me resistí a verla hasta saber el desenlace, me venían tantos recuerdos a la cabeza que era incapaz de resistir las lágrimas. Una vez supe que todo había ido bien y superaba el cáncer de mama, me puse al día en un fin de semana.

Cuando, un 13 de septiembre de 2001, empecé a ver la serie con mis padres en el salón de casa, en mi familia reinaba cierto desconcierto y miedo al futuro, al igual que en casa de Merche y Antonio. Recuerdo, vagamente, el inicio de la serie: una voz en off (Carlos Hipólito) hablando sobre 1968 y mostrando la preocupación por El Fugitivo mientras la imagen mostraba a un niño de mi edad (Carlitos) mirando por una ventana.

Ricardo Gómez se va de Cuéntame cómo pasó, y con él Carlos Alcántara, para seguir creciendo como actor y enfrentarse a nuevos retos, eso es crecer: ir dejando lugares y seres queridos, y que vayan cerrando tus bares. El jueves vi el capítulo solo, sentado en el salón de otra casa: muchos lloraron, yo también.