Parir en casa, moda de riesgo

M.ª Carmen González Castro
M.ª Carmen González VUELTA Y VUELTA

OPINIÓN

13 dic 2018 . Actualizado a las 09:52 h.

Han sido siglos de avances, especialmente intensos en los últimos cien años, los que han permitido a la humanidad alargar y mejorar su calidad de vida.

Pero ahora ha llegado el momento en que ser alternativo, moderno y rebelde, o sea, cool, es renunciar a hábitos y medidas que han aportado una gran seguridad a todos los ámbitos de la vida.

Hay quien fomenta el consumo de agua y leche cruda, es decir, sin tratar (con todos los virus y bacterias que se pueden ingerir de paso).

Hay quien no duda, incluso desde algunas instituciones, en tratar de convencer a los padres de que lo conveniente es dejar de vacunar a los niños (con la de vidas que ha salvado este descubrimiento de la medicina).

Y hay quien se está subiendo a la tendencia de parir en casa, famosas incluidas (¡con la de madres y niños que han fallecido durante el parto hasta que se generalizó la atención médica!).

Las mujeres deberían tener, en la medida de lo posible, cierta capacidad para decidir: si paren con o sin epidural, si lo hacen en agua o en seco, en la postura que consideren mejor, etcétera.

Pero está claro que no todos los partos son iguales y estar en un centro hospitalario garantiza que, en caso de que surja un contratiempo, se va a disponer de toda la atención.

Lo que resulta muy difícil de entender es que una madre ponga en peligro su propia vida, pero especialmente la del bebé que va a traer al mundo, por una moda que al fin y al cabo no es más que eso, una moda.

Pero de riesgo.