El intelectual que alzó su voz contra el fanatismo y por la paz

OPINIÓN

29 dic 2018 . Actualizado a las 08:42 h.

Amos Oz era el escritor israelí vivo más importante y uno de los intelectuales más influyentes del mundo, comprometido con varias causas, pero, por encima de todo, con lograr la paz en Oriente Medio. Dos de sus libros sirven para acercarse a su figura, el ensayo Contra el fanatismo y su obra maestra Una historia de amor y oscuridad. En el primero, de apenas cien páginas, aborda un tema clave para él, el fanatismo, que dice «es más viejo que el islam, que el cristianismo, que el judaísmo. Más viejo que cualquier Estado, gobierno o sistema político. Más viejo que cualquier ideología o credo del mundo. Desgraciadamente, el fanatismo es un componente siempre presente en la naturaleza humana, un gen del mal». Una historia de amor y oscuridad es una autobiografía novelada o una «novela llena de material autobiográfico», como prefería llamarla el autor, compleja, que va hacia adelante y hacía atrás, y recorre 120 años de la historia de su familia. El eje fundamental es el suicidio de su madre en 1952, cuando Oz tenía 12 años, el gran tabú de su vida, del que nunca había hablado hasta entonces, ni con su propio padre. Es también un relato de la relación de amor y odio de los judíos con Europa y del nacimiento de Israel, marcados por el Holocausto. «Podría haberlo llamado Cien años de soledad, pero ya se había elegido ese título. O Retrato de un artista adolescente, pero ocurría lo mismo. Así que pensé en Historia de amor y oscuridad , porque eso es precisamente», aseguraba Oz en una entrevista a este periodista para La Voz. «Durante muchos años estuve lleno de ira: primero contra mi madre, luego contra mi padre y finalmente, contra mí. También contra el mundo. Pero, al escribir este libro ya había pasado por la época de la ira, no me interesaba echar la culpa a nadie», añadía. En ese encuentro volvió al tema del fanatismo y dijo una frase que se me quedó grabada: «En el caso de que resultes irredimible, el fanático te mata, pero solo te va a matar porque te ama, por tu propio bien». Corría el año 2004.