Errejonix: el «traditor»

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

J.P.Gandul

27 ene 2019 . Actualizado a las 10:58 h.

Traidor viene de traditor: «el que entrega, el que da al otro lado o bando». Así que a decir de sus acusadores, Errejonix «el traditor» , es un joven que ha unido su bandería a las huestes del bando de la poderosa Manuela Carmena, la Cleopatra Matritensis.

  La venganza de Errejonix estaba cantada por más que le afeen haber dado la espantá sin previo aviso. Se le vio en la cara de Tintín sobresaltado que puso cuando el amado líder soltó el exabrupto de la cal viva; se le vio cuando fue cesado como valido del conde duque de Galapagar y relegado a tomar apuntes detrás de la columna junto a la desdeñada Tania Sanchez, a la que nombró número dos de su lista para la conspiración contra el arrogante Iglesias. Lo anunció hace años cuando expresaba su deseo de carmenizar Podemos, cuando mostró su desacuerdo en concurrir con izquierda unida y sobre todo cuando criticó el hundimiento podemita andaluz y catalán.

Errejonix no engañó a nadie, lo que pasa es que se ha hecho mayor y en esos tránsitos es obligada la confrontación con la autoridad para saber qué puesto ocupas en la recua.

Sorprende escuchar los comentarios y acusaciones de sus camaradas de nomenklatura que -a falta de autocrítica alguna- echan mano de ese discurso melifluo y afectado del que tanto gustan los adolescentes: «estamos muy tristes», «la historia enseña que quien se levanta tras un golpe es más fuerte que quien nunca fue golpeado» -dice Pablo Iglesias- sin tener en cuenta que la serie de sopapos y humillaciones que infligía a su fiel camarada amenazándolo con el dedo del: «No voy a permitir ni una broma» y «de cara a la columna, al rincón de pensar», le empujaban a madurar y lo estaba fortaleciendo. Ya no quería seguir siendo Errejonix el Niño y mudó en Errejonix.

Tampoco fue elegante el rencor destilado de Monedero y Echenique señalando que no dejaría el escaño por no dejar de cobrar. Se equivocaron en esto como se equivocan en no prestar oídos a las razones de Errejonix que ve un horizonte que no ven los otros alfa y ha decidido pelearlo a daga y espada ropera.

El conflicto de Podemos no va de ideas sino de poder, somos animales gregarios jerarquizados y cuando un grupo se forma se tiene que jerarquizar, esa es una de las raíces de nuestra irremediable tendencia a la bronca.

Nada de «traditor», Errejonix el «Victor», un conquistador que busca más membrecía en otras tierras que asaltar y acusa a sus compañeros de organización de haberse convertido en meros colonos sedentarios.

Así lo están entendiendo los capitanes de la tropa podemesa que desertan del desastre.