Superdomingo

OPINIÓN

15 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los peores augurios se cumplieron y el Congreso de los Diputados cerró el miércoles la puerta a la aprobación de los primeros presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez. Al calor del inicio del juicio del procés los partidos nacionalistas catalanes no dieron su brazo a torcer y vincularon el apoyo a las cuentas a exigencias imposibles de cumplir y en las que el PSOE no iba a ceder (lo que nos confirma que la concentración en la Plaza de Colón de Madrid por el PP, Ciudadanos, Vox y Foro sirvió únicamente para difundir mentiras). Al igual que en otras ocasiones he sido muy crítico con Unidos Podemos, esta vez debo reconocer que jugaron el papel que les correspondía y agradezco que dejaran aparcada la trifulca con los socialistas con el objetivo de sacar adelante unos números que nos beneficiaba a los españoles tras siete años de recortes del PP. También tengo que alabar a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, porque los debates que tuve ocasión de seguir pude descubrir su sensacional oratoria y conocimiento.

En el día de hoy conoceremos la fecha de las próximas elecciones generales. Entre todas las fechas posibles (14 ó 28 de abril las más sonadas) se suma la posibilidad de la que empieza a llamarse como superdomingo, es decir, que el 26 de mayo tengamos, además de urnas para las locales, autonómicas y europeas, dos urnas más para la elección de nuestros representantes al Congreso y al Senado. Personalmente es la opción que más me convence, aunque reconozco que será muy latosa, sobre todo para los recuentos finales. Si en Andalucía se confirmó que el asunto catalán fue determinante en la irrupción de Vox y en el castigo al PSOE, considero que separar las generales de las otras no evitará que la población separe su opción de voto. También creo que es la mejor manera de despertar a los electorados, puesto que en una comunidad autónoma como la nuestra tendremos en una sola jornada la posibilidad de votar a todas las instituciones a los que tenemos derecho. Ahí se podrá confirmar si los sufragios son homogéneos o si los resultados son distintos en función de la urna a la que se dirija. También creo que se aseguraría una gran participación, que en el fondo es lo que importa para que una democracia pueda salir fortalecida.

Por eso apoyo este superdomingo, e incluso me atrevo a decir que Quim Torra debería hacer lo propio y convocar elecciones, ya que el Parlament se encuentra sin actividad (el Govern ni se plantea presentar unos presupuestos) y sería interesante comprobar si los partidos de la derecha, con unas elecciones autonómicas en Cataluña, se atreverían a lanzar mensajes contra el pueblo catalán en esas circunstancias. No obstante, y conforme a nuestras normas, las elecciones en el Estado las tiene que convocar el Presidente Pedro Sánchez y en Cataluña el President Quim Torra. Lógicamente no estoy pidiendo elecciones en Galicia, Andalucía y Euskadi porque sus tiempos y sus circunstancias son diferentes.

La ciudadanía tiene también que valorar si era mejor lo que teníamos hasta 2015 (dos partidos hegemónicos) o lo de ahora (tres partidos de derechas frente a tres de izquierdas). En lugares como Oviedo fuimos capaces de ponernos de acuerdo PSOE, Somos e IU para gobernar el Ayuntamiento. En Gijón, lamentablemente y pese a tener mayoría las fuerzas progresistas, no. Desde mi punto de vista es un error garrafal que la izquierda no se junte si suma. A nivel nacional el PSOE y Unidos Podemos no consiguieron alcanzar la mayoría absoluta. Tampoco el PP y Ciudadanos. Ello provoca que la aprobación o el rechazo a cuestiones como los presupuestos dependen de partidos de carácter territorial, generalmente nacionalistas, que tienen plena legitimidad de posicionarse como quieran pero a la vez derivan sus votos a sus intereses. Yo apoyo que haya pluralidad y diálogo, pero no comparto que existan bloqueos. Por eso creo que la ciudadanía tiene que ser responsable y votar, en consecuencia, con determinación. No digo con acierto, porque cada uno es libre de votar lo que quiera (o de ni ir a meter la papeleta), pero tiene que saber que su voto servirá para determinadas acciones políticas. A mí no me gusta nada el resultado de Andalucía, pero celebro que se haya podido constituir un gobierno y que tenga los apoyos parlamentarios necesarios para llevar a cabo lo que se prometió a la ciudadanía en las elecciones. Es por eso que para los próximos comicios generales es primordial que el bloque de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) o el de izquierdas (PSOE, Podemos e IU) sumen mayoría absoluta. Si ninguno de los dos bloques lo consigue seguiremos en un país ingobernable, y el retrasar decisiones conlleva que nuestro país pierda oportunidades. El presupuesto tumbado el miércoles, con un claro sello social, hubiera ayudado a muchísima gente que necesita de la política para solucionar sus problemas. Lamentablemente el juicio del procés ha provocado que el PDCat y ERC hayan juntado sus votos a la derecha española para perjudicar a la mayoría de la ciudadanía.

No hay que mirar para atrás ni darle más vueltas. Lo que pasó, pasó. A ver qué fecha elige Pedro Sánchez. Por mí que sea el 26 de mayo, un superdomingo para que hable la ciudadanía en todas las urnas posibles.