Foto, dóberman y cordón sanitario

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

18 feb 2019 . Actualizado a las 07:49 h.

La campaña electoral, que Sánchez inició el viernes en Moncloa, va a ser un choque frontal de relatos. El mejor cartel electoral del PSOE será la imagen que le regaló Rivera junto a los otros dos líderes del bloque de derechas en la plaza de Colón. Le será muy eficaz para movilizar al electorado de izquierda, alentando el miedo a la extrema derecha, que por primera vez en la historia de nuestra democracia puede ser decisiva para formar Gobierno, y que a su vez ha derechizado al PP de Casado. Aquel dóberman que se sacó de la manga Ciprià Ciscar en 1996, identificándolo con el partido de Aznar para asustar al electorado, hoy se ha materializado en Vox. El programa de Sánchez serán sus Presupuestos fallidos y todas las leyes y mejoras sociales que se han quedado en el tintero. A este relato, PP y Ciudadanos ya no pueden oponer la narrativa del presidente okupa que se rindió a los separatistas para seguir en el poder y la exigencia de elecciones, que han sido su mantra desde el minuto uno de la legislatura. Por ello, necesitan un relator que recicle su mensaje. Su mejor punto será insistir en el pecado original de Sánchez, el hecho de que llegó a la Moncloa gracias a los que quieren romper España, que hizo cesiones en la negociación y que volvería a pactar con los secesionistas si suma con sus votos. Casado dice que el 28A los españoles han de elegir entre Torra o el 155, el Frente Popular o el PP, mientras Rivera pone el cordón sanitario al «sanchismo» y no a Vox. Ambos van a centrar su campaña en golpear a Sánchez con Cataluña. Veremos el espacio que queda, más allá de la avalancha de propaganda que se nos viene encima, para hablar de los verdaderos problemas de los ciudadanos.