Cachemira, de nuevo en llamas

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

23 feb 2019 . Actualizado a las 09:43 h.

Tiene resonancias románticas y casi todos la vinculamos con esa lana tan fina y delicada que lleva su nombre. En realidad conocemos poco sobre el lugar, pero lo cierto es que es uno de tantos puntos calientes de este planeta donde la paz parece esquiva y el enfrentamiento constante. Cachemira es un amplio territorio que abarca las regiones de Cachemira, Jammu y Ladakh. Con unos 13 millones de habitantes es una zona montañosa, rica en recursos hídricos y agricultura, de una belleza singular que tiene la mala suerte de estar rodeada por vecinos muy poco amigables: Pakistán al oeste, China al norte y al este, y la India al sur. Las discrepancias sobre su vinculación a Pakistán o a la India surgieron en 1947 cuando el subcontinente asiático se dividió en una zona musulmana, Pakistán -a su vez después dividido entre Pakistán y Bangladés-, y otra no musulmana, la India, aunque la enemistad entre ambos estados data del año 1000 después de Cristo. La solución que se dio fue la división del territorio de Cachemira en una zona de influencia india, otra bajo el control pakistaní y una más pequeña bajo el gobierno chino. Sin embargo, esta división no evitó que en 1965 y en 1999 estallara la guerra, ni que diferentes grupos separatistas se hayan enfrentado con los gobiernos de uno u otro país.

El jueves pasado, el grupo islamista Jeish?e?Muhammad -El Ejército de Mahoma-, con sede en Pakistán, lanzó un ataque con coche bomba contra una caravana de 2.500 militares indios que se saldó con la muerte de 41 efectivos. Como represalia, el Gobierno indio ha ordenado una operación militar contra los rebeldes que, de momento, se ha cobrado varias víctimas, entre ellas un civil. Los roces entre la India y Pakistán son habituales pero no por ello menos preocupantes, teniendo en cuenta que ambos países son potencias nucleares. La diferencia es que este roce coincide con la visita del príncipe heredero de Arabia Saudí a Pakistán y su anuncio de un apoyo económico muy importante. Un gesto de reproche a la India por la condena al asesinato del periodista Khashoggi y que puede tener consecuencias todavía no desveladas.