El lío de Waterloo

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

02 mar 2019 . Actualizado a las 08:59 h.

Desde la instalación de Carles Puigdemont en la comuna belga de Waterloo, escenario en 1815 de una batalla que cambió el rumbo de Europa, no pasa un día sin que radios y televisiones españolas den cuenta de la actividad del expresident, al que sitúan en [guáterlu], con una pronunciación más o menos próxima a la inglesa. A ello invitan el elemento water-, que casi todo el mundo identifica con la voz inglesa que da nombre al agua, y dos oes que en esa lengua suelen pronunciarse /u/.

 Aunque algo tiene que ver Waterloo con el agua. En ese topónimo de origen neerlandés, water- significa ‘agua’ o ‘húmedo’, y -loo, ‘claro en un bosque’. La aldea original estaba en un área pantanosa del bosque de Soignes, que se extiende por las tres regiones belgas.

 Cuando se habla en español, los nombres propios extranjeros pueden pronunciarse como en la lengua de origen o, si se ignora, a la española. En el caso de Waterloo, personas que han residido muy cerca de allí, en Bruselas, nos dicen que los nativos pronuncian [báterlo], articulación que se corresponde con el flamenco y el neerlandés. Recordemos que Waterloo se encuentra en la provincia denominada Brabante Valón, muy cerca del Brabante Flamenco. En francés, una de las lenguas oficiales en Bélgica, hemos oído Waterloos que van desde [báterlo] y [baterló] hasta [guáterlo].

Como cada hispanohablante que debe mencionar Waterloo no puede volverse loco en busca de la pronunciación local, parece que lo más lógico es optar por decir el topónimo a la española. Aquí también tenemos el problema de cómo articular la w. Unas veces representa el fonema /u/, como en taekwondo [taekuóndo], sándwich [sánduich] y lawrencio [laurénzio], que en ocasiones se refuerza con la consonante g, como en waterpolo [guaterpólo] o washingtoniano [guasintoniáno]. Y otras veces representa el fonema consonántico /b/, como en kuwaití [kubaití] y hollywoodense [jolibudénse]. Ello suele ocurrir con palabras de origen alemán, como westfaliano [bestfaliáno] o wagneriano [bagneriáno]. En español también se suele pronunciar /b/ la w de antropónimos y topónimos flamencos -Van der Weyden ([banderbéiden])-, por lo que parece la opción más indicada para Waterloo. 

En cuando a la secuencia oo, ha de articularse como la de Feijoo: [baterló].