Las invisibles, también en la ciencia

OPINIÓN

Margarita Salas
Margarita Salas benito ordoñez

08 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unas semanas entrevistaron a Margarita Salas en la tele. Para quienes no sepáis, Margarita es una de las mejores bioquímicas del mundo y sigue trabajando en proyectos de investigación con virus bacteriófagos, a pesar de estar jubilada. Es curioso como contaba haberse sentido discriminada, primero por ser mujer y ahora por ser vieja. Ocupa pocos titulares en la prensa generalista, esos se los suelen llevar rostros más mediáticos, curiosamente varones. Aquella entrevista me hizo reflexionar sobre problemas serios a los que nos enfrentamos como sociedad y que ponen en duda el modelo de desarrollo económico que necesitamos. El desprecio por el talento, sea este a cualquier edad y la falta de una política seria en materia de investigación, desarrollo y ciencia es algo que los que hemos vivido ese mundo vemos con preocupación. Pero si a ello le sumamos la discriminación por razón de género la cuestión ya se complica y es más grave. Es cierto que se han hecho avances importantes, pero lo poco que se camina se hace a medio gas porque se deja en el camino no solo a la mitad de la población y me voy a parar en este punto. Dicen los números, no las opiniones infundadas, que las mujeres accedemos en mayor número a los estudios superiores y que el porcentaje de tituladas ya excede en mucho al de titulados. Esta mejor y mayor formación de las mujeres no se refleja después ni en los puestos de trabajo ni en la calidad de los mismos, ni mucho menos en las cadenas de mando. Algo pasa y es lo de siempre, no se nos tiene en cuenta por ser mujeres.

Y con respecto al ahora famoso tándem mujer-ciencia, algunos apuntes importantes. Hasta los seis años, tanto las niñas como los niños se ven capaces de todo, las ciencias son un campo atractivo para todas y todos. A los doce años las cosas cambian y nos encontramos con las niñas ya dudando de sus propias capacidades y autodescartándose para las carreras tecnológicas y científicas. ¿ qué ha pasado en esa franja de seis años? Pasa que tenemos un sistema basado en la separación de capacidades por sexo, si eres niño serás ingeniero, si eres niña serás como mucho, enfermera. Las letras y los cuidados asociados a las mujeres, la tecnología y los avances científicos para ellos.

Por eso, cuando veo a Margarita en la tele me emociono. Me gusta ver a una mujer en la élite de la ciencia que es consciente de lo mucho que ha logrado también en cuanto a la visibilización del trabajo de las mujeres científicas y consciente también de la discriminación que hoy día, en pleno siglo XXI seguimos padeciendo. Queda muchísimo por hacer. Me gustaría recordar que los grandes avances en investigación básica tanto en bioquímica como en genómica, serían impensables sin el trabajo de la Dra. Salas y quienes hoy triunfan y se llevan titulares de prensa en este campo le deben a ella gran parte de ese éxito. Recordar también que Watson y Crick jamás hubieran llegado a hablar de la doble hélice de ADN sin las fotografías por difracción de rayos x de Rosalind Franklin. ¿Adivinan quién se quedó sin el Nobel? ¿Seguimos preguntando por qué salimos a la calle a gritar?

Blanca Esther Aranda Rilo, bióloga y presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas de Asturias.