Antes y ahora

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

10 mar 2019 . Actualizado a las 09:44 h.

Cuando pensábamos que los niños venían de París.

Cuando desconocíamos para qué servía el clítoris.

Cuando al casarte dejabas de trabajar.

Cuando no podías divorciarte. Ni viajar sola. Ni abrir una cuenta sola. Ni alojarte en un hotel sola.

Cuando la violencia machista era doméstica.

Cuando era imposible entrar en un consejo de administración.

Cuando era imposible dirigir un periódico.

Cuando a las solteras se les llamaba solteronas.

Cuando ellos son unos machotes y nosotras unas frescas.

Cuando te preguntan cómo se plancha.

Cuando te atosigan con mensajes.

Cuando te dicen que no puedes cenar con quien quieras.

Cuando te matan.

Cuando describen tu físico en una reunión de trabajo.

Cuando te crees una impostora.

Cuando te parece que no mereces lo que tienes.

Cuando tu autoestima depende de la falda que llevas.

Cuando descubres que la conciliación es un chiste.

Cuando te llaman histérica.

Cuando averiguas que eso que pasa entre mujeres se llama sororidad.

Cuando se aprueba el permiso de paternidad obligatorio.

Cuando comprendes que ser mujer es una construcción social.

Cuando millones de mujeres salen a la calle en el mundo.

Cuando los políticos no entienden por qué millones de mujeres salen a la calle en el mundo.

Cuando exiges el derecho a ser mediocre.

Cuando se hace política «desde la mentira y el desprecio a las mujeres, desde el miedo, el odio, la victimización y el resentimiento».