Vocación de servicio

OPINIÓN

24 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta es la grandeza española: «¡Siempre al servicio de la Patria!». «Salvadores». «Defensores de España».

¿Realmente sois eso? ¿O no escondéis el verdadero motivo de usurpadores del poder, cualquier tipo de poder, para ponerlo al servicio de vuestros intereses que no son otros que el del capitalismo puro y duro revestido de capa de sutil gasa transparente con soflamas de igualdad, educación universal, sanidad pública, etcétera, etcétera.

Cuando lo que realmente hacéis, una vez en el poder, es agarrar bien las riendas del mando, colocar  a «vuestros grandes y sabios» abogados del Estado. Y, con la ley bien aprendida y las espaldas mejor cubiertas os lanzáis a la empresa común, cuyo objetivo es descaradamente manipulador: privatizar toda la gestión de las empresas públicas que os permita la ley o las circunstancias concretas de la administración correspondiente. Tales como la sanidad, la concesión de licencias de obras públicas a las empresas de vuestros «amigos» de turno.

Esa es, en síntesis, vuestra estrategia de acción.

Esa es vuestra vocación de servicio.

Qué frase más armónica y sonora: «Nacidos para servir». «Llamados a ser salvadores de la Patria»

¿Hay quién dé más?

Así, un día tras otro, todo medio de comunicación tanto escrito, como oral, visual escrito, ¡qué más da!

Programas específicos de corte político, e incluso deportivos si se puede meter su cuña de campaña electoral, no os parías en reparos. Siempre estáis en campaña. En campaña electoral.

Y, como, insisto, los grandes grupos de comunicación están en vuestras manos, no tenéis reparo alguno en lanzar mentira tras otra. Conscientes del poder que tiene la repetición en todos los colores, momentos y soportes.

Dicha técnica no es de nueva invención, ya la aplicaron regímenes totalitarios en otros momentos de la historia, sobre todo en la primera mitad del siglo XX.

Una vez, el refrán se cumple: «la historia se repite».

Y, es lógico que la historia se repita porque el hombre individual y la humanidad como ser colectivo siempre tropieza en la misma piedra. De nuevo, la presencia del refrán y su filosofía absoluta dentro de la brevedad de la extensión de su mensaje, pero su fuerza y sana filosofía crece en dirección opuesta.

Refranes de la calle, del saber del pueblo llano que no os usen con arbitrariedad estos salvadores de la Patria. Estos políticos de tres al cuarto que creen que la Patria es suya, que los demás tenemos que ser sus siervos y esclavos.