Tranquilos, era broma

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Quique Garcia

06 may 2019 . Actualizado a las 08:29 h.

El humor es la gran coraza con la que uno se defiende en este valle de lágrimas». Lo dejó dicho el Nobel Cela y si lo tuviéramos en cuenta llevaríamos nuestras vidas con más alegría. Pero nos tomamos todo demasiado en serio, cuando lo que debemos hacer es afrontar el porvenir con un mayor sentido del humor.

Creemos todo lo que nos cuentan, y claro, después pasa lo que pasa. Nos dicen que van a derogar la reforma laboral y la ley mordaza y que van a sacar al dictador del Valle y nos lo creemos. Y nos dicen que dentro de un rato serán todos independientes y lo damos por bueno. Y no nos percatamos de que hay quien se pasa la vida gastando bromas.

Nos ocurrió lo mismo con Pablo Casado. Que porque vimos que se deshacía en halagos con Abascal y con Vox, que son sus socios en Andalucía y con los que se hizo la foto de Colón, y les ofreció entrar en su Gobierno aceptamos que le había dado al PP un giro radical a la derecha. Y todo era una broma. Una broma, eso sí, que le costó 3,7 millones de votos y 69 escaños porque hay gente que no entiende lo que es el humor. Por eso tuvo que explicarlo, sin apearse de su eterna sonrisa. Todo lo que les dije en los últimos nueve meses no era cierto. Era broma. Desde este momento soy de centro. Olvídense de todo cuanto les dije y créanme lo que les diga de aquí en adelante.

Más o menos este fue el resumen del pasado para su salto a una nueva vida, después de meses y meses en los que pensamos que Casado se había hecho amigo de los ultras; estaba a un paso de ser un extremista, seguía los postulados de Aznar y rechazaba las políticas de Mariano Rajoy por timorato y apático. Nos sacó del error. Todo era una broma; aunque le faltó explicarnos cómo puede a volver a la autopista quien se salió hace tiempo por el arcén derecho.

Pero el humor de Casado no tiene límite. Va de chiste en chiste. El último, que el declive del PP se debe a Rajoy. El éxito, por lo visto, lo trajeron Álvarez de Toledo y el papá de Mariluz. Y es que tenemos que empezar a tomarnos a broma a este Casado.