Melonares

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

11 may 2019 . Actualizado a las 09:42 h.

En la Carta de Jeremías se dice que los ídolos son como el espantajo en un melonar, que nada defiende. Hay gente que insulta con mucha clase y Jeremías figura entre los mejores. El caso es que me vino a la cabeza anteayer lo del melonar, porque se juntaron varias noticias que nos convierten directamente en melones. Por un lado, una magistrada de Tenerife llamó como testigo a una perra maltratada: «Consideré conveniente su presencia -dijo la magistrada Sandra Barrera- porque es un ser vivo y ha de estar. Ya está bien de considerar que solamente las personas tenemos derechos. También los animales tienen obligaciones y derechos, y uno de ellos es acudir a su pleito». Como el espantajo en el melonar. Y se quejará luego de falta de medios, para justificar la lentitud de la Justicia.

El mismo día triunfaba en la las redes el vídeo de un ganadero que contestaba la decisión de otro juez: cerrar un gallinero porque el ruido de las gallinas molestaba a los huéspedes de un hotel de turismo rural contiguo. Los gallos, dicen, cantaban a horas intempestivas, como si los gallos no hubieran cantado siempre al amanecer y como si el turismo rural no incluyera sus cantos y las boñigas de las vacas y los ruidos de los tractores. ¿En qué consiste el turismo rural, entonces? «¿A qué venís?», se preguntaba el ganadero.

También leí el jueves que los perverts británicos, o sea, los pervertidos sexuales, quieren reconocimiento de su comunidad. Ilustraba el texto la foto de cuatro tipos a cuatro patas, enfundados en látex negro, las cabezas cubiertas por máscaras caninas y sujetos con correas en lo que parecía una manifestación.

Melonares guardados por el espantajo de las ideas confusas.

@pacosanchez