Agujeros blancos

Manuel Luis-Casalderrey

OPINIÓN

15 may 2019 . Actualizado a las 07:34 h.

Los agujeros negros han estado de máxima actualidad con motivo de la difusión de la fotografía de uno de ellos, realizada gracias a la cooperación científica y técnica de muchos investigadores y la asociación de ocho telescopios, que actuaban como un telescopio gigante.

La resolución de las ecuaciones de Einstein de la teoría general de la relatividad por el científico alemán Schwarzschild, ponen de manifiesto la existencia de dos posibles soluciones: la que confirma la existencia de los agujeros negros, pero también la de cuerpos con expansión hacia el exterior (agujeros blancos). Los agujeros blancos serían la imagen especular de los negros. Si un agujero negro lo atrapa todo (incluso la luz), el agujero blanco lo expulsa todo. Mientras el horizonte de sucesos de un agujero negro es un lugar del que no se puede salir, el antihorizonte de sucesos de un agujero blanco es un lugar donde no se puede entrar. Está claro que el concepto de agujero blanco se puede aplicar al Big Bang, esa gran explosión que fue el inicio del Universo. De ese gran agujero blanco se habría expulsado toda la materia y energía que constituyen el Universo.

Los agujeros negros se pueden detectar a través de los efectos gravitatorios producidos por su enorme masa. Los agujeros blancos son muy difíciles de detectar porque habría que localizarlos en el momento de la expulsión de la materia.