«Parlem?»

OPINIÓN

17 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tiempo que se hizo viral por las redes sociales una pancarta colgada de un edifico de la Gran Vía de Madrid que ponía parlem? (¿hablamos?, en catalán). Los meses van pasando, algunos gobiernos han ido cambiando de personas y, por lo que se ve, la cuestión catalana sigue en plena actualidad. Desgraciadamente no se han dado pasos visibles que ayuden a ver la luz al final del túnel, y seguimos reclutando ejemplos como el bloqueo que ha sufrido Miquel Iceta por unos y otros para que no sea el nuevo Presidente del Senado. A veces parece (aunque pueda ser vergonzoso pensar esto) que hay un interés en que la cuestión catalana siga en punto muerto.

El próximo martes se constituirán las Cortes y veremos a los políticos presos catalanes en el hemiciclo prometiendo o jurando su cargo. La imagen será histórica y dará que hablar mucho tiempo. Habrá que estar atentos al simbolismo que se querrá rentabilizar, sobre todo de cara a las elecciones del próximo 26 de mayo. La pregunta que me hago es si en esta nueva legislatura se conseguirá llegar a un acuerdo o si cualquier iniciativa quedará bloqueada o sin efecto. Lo que da la sensación de que está pasando ahora mismo es que las posiciones están muy enquistadas y lo de dialogar no lo veo yo factible si se sigue con la misma cantinela.

Ya lo dije en otras ocasiones. Yo no soy independentista, y me parece que los dirigentes políticos que comenzaron el llamado «procés» (y ahora se encuentran en la cárcel o fuera de nuestro país) han hecho el ridículo, porque han dividido más a la sociedad catalana y han alimentado un enfrentamiento que no les ha servido para nada, ya que Cataluña sigue sin tener ningún apoyo internacional para separarse de España. Ello no quita que piense que hemos llegado hasta aquí por judicializar la política, y bajo mi punto de vista no se va a solucionar así nada. Rajoy fue un lastre para nuestro país y el PP de Casado está más preocupado por lo que electoralmente le araña Vox que por tener altura de miras y el sentido de Estado que requiere la situación. Espero que lo que no conocemos, si es que se están celebrando reuniones discretas, puedan ir dando pasos a acabar de una vez con el monotema catalán. El Oviedo, la Asturias y la España en la que creo y quiero son aquellas que aman la pluralidad, la diversidad, la solidaridad y la fraternidad. ¿Hablamos?