Pactómetro

OPINIÓN

31 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchas bromas causó el pactómetro de Antonio García Ferreras en su programa de televisión, pero en los tiempos que corren la calculadora está siendo una herramienta fundamental a la hora de realizar los acuerdos políticos. El sábado 15 de junio se constituirán los ayuntamientos y salvo los casos en donde han salido de las urnas una mayoría absoluta (o al menos suficiente como para evitar otros pactos) hay un melón de consistorios y comunidades autónomas donde puede pasar de todo. Todo ello sin olvidar que Pedro Sánchez necesita sacar adelante su investidura, y a juzgar por algunas declaraciones parece que muy fácil no lo va a tener por el momento.

Quien más se va a tener que mojar será Ciudadanos. Es la fuerza política que dada su situación tras las elecciones puede inclinar la balanza de un lado o de otro. En palabras de Inés Arrimadas van a estudiar caso por caso, lo que lleva a pensar que decidirán apoyar al PP o al PSOE dependiendo de la situación. A grandes rasgos, el PSOE ha sacado muy buen resultado, lo que afianza al partido en una recuperación que hace tres años se veía prácticamente imposible. El problema es que la subida no ha sido lo suficiente como para que la izquierda sume. Podemos e Izquierda Unida han bajado considerablemente, lo que conlleva que el PP, Ciudadanos y Vox tengan en su mano gobernar al estilo andaluz si alcanzan pactos.

Hemos visto esta semana que los ganadores no tienen en muchos casos confirmada su investidura y que quienes han quedado por debajo de ellos también quieren llegar a las alcaldías. Madrid y Barcelona son dos ejemplos de muchos otros. Carmena parecía derrotada en la noche del domingo, pero con el paso de los días ha confirmado que va a intentar repetir al frente del Palacio de Cibeles. Colau en Barcelona ha empatado en concejales con Maragall, pero al ser la segunda en votos deberá buscar acuerdos con otras formaciones, y aquí ha llamado mucho la atención la propuesta de Manuel Valls (con la desautorización de Ciudadanos) de apoyarla junto al PSC para evitar que ERC dirija la corporación de la ciudad condal. Pocas ciudades del cambio (que usaba tanto Podemos) han aguantado. De hecho, la que más resiste es Cádiz, donde la relación entre Kichi y Pablo Iglesias no es la mejor, pero las demás han caído en manos de otros partidos.

En Asturias ha sido sorprendente el gran resultado del PSOE, que le permitirá a priori gobernar sin los grandes sobresaltos que tuvo Javier Fernández, aunque por supuesto Adrián Barbón deberá pactar los presupuestos (para evitar que se prorroguen) y las leyes que se lleven a la Junta General. El mapa de nuestra comunidad autónoma deja una abultada victoria socialista en prácticamente todo el territorio, a excepción de nuestra capital, Oviedo/Uviéu. Canteli se impuso en un concejal al PSOE y la suma con Ciudadanos le otorga mayoría absoluta sin tener que depender de los dos concejales de Vox (que en estas elecciones, afortunadamente, vieron muy desinfladas sus expectativas en toda España comparadas con hace un mes).

En resumen, habrá decisiones que cada partido tomará desde Madrid, otras que las dejarán en manos de sus federaciones o delegaciones autonómicas y en casos muy concretos en las juntas locales. Veremos si se instalan mayoritariamente por bloques de izquierdas y derechas o si dependiendo el caso nos encontraremos con un batiburrillo de acuerdos de gobierno diferentes. Ojalá que la mayor parte de esos lugares donde está en juego la dirección del gobierno caiga en manos de la izquierda antes de dejar a la derecha campar a sus anchas.